domingo, 21 de octubre de 2012

CCOO Y UG: PREGUNTAS QUE NO CONTESTAN


Paradojas sindicalistas


Realmente el asunto de hoy tiene su intríngulis y, aunque fácil de explicar, es bien difícil de entender. ¿Cómo se le puede poner una vela a Dios, otra al Diablo y una tercera a un señor de Ponferrada que pasaba por allí y quedarse tan anchos? ¿Cómo se puede clamar contra la mayor de las injusticias que hayan conocido los siglos y al tiempo utilizarla en propio beneficio sin el menor rubor? ¿Cómo es posible tener la cara tan dura? Les cuento la historia para que ustedes juzguen.

Están los sindicalistas de los sindicatos muy cabreados con la reforma laboral auspiciada por el gobierno de Rajoy. Hasta aquí todo normal, pues cada uno es muy libre de cabrearse si así lo estima oportuno. Pero la línea roja de la normalidad es ampliamente rebasada cuando el lícito cabreo –huelga general incluida– no les impide a los sindicatos, en insuperable alarde de cinismo,servirse de tan denostada reforma para modificar las condiciones laborales de sus trabajadores o, en su caso, despedirlos ahorrándose unos buenos euros. Mayor ejemplo de caradura creo que será difícil de encontrar, con el aliciente añadido de que tanta desvergüenza puede dar lugar a una insólita paradoja que paso a referir.

Imaginen una manifestación convocada por los subvencionados sindicatos para protestar contra una reforma laboral de la que ellos hacen uso sin recato, lo cual ya es en sí mismo bastante paradójico. No es descartable presumir que a la misma manifestación acudiesen los trabajadores afectados por las medidas adoptadas por los sindicatos al amparo de la reforma laboral del gobierno. Y sería ciertamente curioso y paradójico ver, todos a una como en Fuenteovejuna, tanto a los que dan por ahí como a los que reciben por allá –o sea los que joden y los jodidos– cantarle en amor y compañía las cuarenta a Rajoy. Insólita paradoja cuyo origen no es otro que el haber dejado que sea la zorra la encargada de vigilar el gallinero.

QUE NO NOS ENGAÑEN, ESTE ES EL VERDADERO MOTIVO DE LA HUELGA GENERAL.
Los sindicatos perderán cientos de millones con la reforma laboral
Segun un articulo del Pablo Molina la reforma laboral implica un duro recorte a las prebendas sindicales. Más de 3.000 millones están en juego, por lo que no nos engañemos, este es el verdadero motivo de sus intereses ni mas ni menos que mirar por y para seguir “chupando de la teta”, ven que la vaca deja de dar leche y esto no les esta sentando nada bien, por lo que pide el maximo apoyo a la huelga, pero antes de seguir paremosnos a pensar si esto nos beneficia a nosotros o a ellos, en mi opinion solo beneficia a sus intereses.Los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, se reparten anualmente numerosas subvenciones que provienen del bolsillo de todos los españoles. Muchas de estas líneas de financiación se justifican con la participación sindical en procesos que tienen que ver sobre todo con la formación. La reforma laboral del gobierno, al “liberalizar” el mercado de la formación laboral, pone en riesgo las fuentes de ingresos que los sindicatos y la patronal han venido percibiendo tradicionalmente.Lo primero que es necesario aclarar es que los sindicatos UGT y CCOO no reciben una única línea de subvenciones para su reparto entre sus distintas federaciones regionales. Como ellos mismos aseguran en ocasiones, cada uno de estos sindicatos recibe cada año del Gobierno central algo más de 7 millones de euros en forma de subvención directa a fondo perdido con el fin de sufragar sus gastos de funcionamiento.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que las dos centrales sindicales tienen una federación en cada comunidad autónoma, que a su vez se dividen en once secciones según el tipo de actividad (metal, banca, comercio, industria… etc.). Por tanto, la realidad es que hay 187 organizaciones sindicales que a su vez reciben las subvenciones oportunas por parte de cada comunidad autónoma. Por poner un ejemplo reciente, sólo la Junta de Andalucía subvenciona con 4,7 millones a cada uno de los dos sindicatos con fondos provenientes de la comunidad autónoma.
Aunque ni UGT ni CCOO hacen publicas sus cuentas anuales, el total recibido del Gobierno y las comunidades autónomas en forma de subvenciones directas está en torno a los 16 millones de euros para cada sindicato. Con el recorte del 20% de estas subvenciones recién decretado por el Ejecutivo, la merma para las arcas sindicales sólo por este concepto será superior a 3 millones de euros en cada central sindical.

La reforma laboral, por otra parte, introduce medidas de agilidad en la tramitación de los expedientes de regulación de empleo (ERE), que hará inútil en muchos casos la intermediación de los asesores sindicales. Teniendo en cuenta que Comisiones Obreras, según acredita en algunos de sus documentos oficiales, ingresa unos 20 millones en concepto de asesoramiento para negociaciones colectivas y ERE, la pérdida por este concepto sería también notable para el conjunto de las finanzas de cada sindicato.

Cursillos de formación

Pero las subvenciones recibidas de forma directa son sólo una parte minúscula del dinero que todos los españoles entregamos a los sindicatos. La parte mollar corresponde a los famosos cursos de formación, que los sindicatos, con la colaboración de la patronal, hasta ahora manejaban prácticamente en régimen de oligopolio.

La Fundación Tripartita, formada por UGT, CCOO y CEOE, encargada de gestionar los cursos de formación para el empleo, recibió en 2011 nada menos que 3.013 millones de euros, procedentes de las cuotas que se deduce en la nómina de cada empleado para formación profesional (2.000 millones en total) y de las aportaciones de fondos europeos y de las arcas del Estado para este mismo fin (1.000 millones más).

A esta cantidad hay que sumarle las cuantías que todas las comunidades autónomas destinan también a esta función y que, a su vez, son gestionadas por las tres organizaciones. Es cierto que se trata de subvenciones finalistas que van destinadas a un fin concreto, la organización de cursos. Como también lo es que las tres organizaciones subcontratan en muchos casos la realización de estos cursos, sobre los cuales pesan sospechas, en ocasiones alentadas por los propios sindicatos, acerca del buen uso de esa ingente cantidad de dinero.

Pues bien, la reforma laboral acaba con este oligopolio, de forma que las empresas privadas dedicadas a la formación también podrán organizar estos cursos e, incluso, los propios trabajadores, gracias a una especie de “cheque de formación”, podrán elegir el destino de esos fondos que en ocasiones podrán ser gestionados por la propia empresa en la que prestan sus servicios a través de un número limitado de horas de formación cada año.

Pero, además, existe otra particularidad no suficientemente conocida, que tiene también que ver con la voracidad sindical para depredar fondos públicos con los más diversos motivos. Así, tanto CCOO como UGT, a través de sus numerosas franquicias, son habituales en las relaciones de entidades agraciadas con subvenciones para los fines más diversos.

Los dos sindicatos reciben subvenciones finalistas para actividades culturales, la cooperación internacional, la implantación de la ideología de género o la memoria histórica. En este último caso ni una de las subvenciones recibidas ha ido destinada a la localización o exhumación de fosas comunes, sino a la organización de muestras, seminarios, exposiciones, conferencias y actos reivindicativos similares con un contenido meramente ideológico.

Estas subvenciones, que podríamos denominar “extraordinarias” reportan a cada sindicato aproximadamente unos 25 millones de euros anuales. Con las reducciones presupuestarias que de forma general están llevando a cabo todas las administraciones, también en este apartado los sindicatos podrían ver sensiblemente disminuido el capital con que cada año han venido disfrutando.

En total, la aplicación de la reforma laboral y las restricciones presupuestarias en todos los órdenes, podrían tener como consecuencia una rebaja del dinero público que anualmente todos los españoles entregamos a los sindicatos superior a los 100 millones de euros para cada central sindical. Si a esa cantidad, calculada de forma bastante benévola, porque los recortes podrían ser todavía más drásticos, le sumamos la parte de esos 3.000 millones para formación que también pueden dejar de controlar en exclusiva, resulta evidente que el principal efecto de las decisiones del gobierno de Mariano Rajoy es un descenso brutal del dinero público que los dos sindicatos han venido manejando tradicionalmente en los últimos tiempos.

Otra cosa es que a la hora de justificar la convocatoria de una Huelga General, ni UGT ni CCOO prefieran no hacer alusión a estos pequeños detalles.



La regeneración sindical es hoy una de las exigencias de la vida española. Rubalcaba ha anunciado que el PSOE se suma a las movilizaciones de los sindicatos. Está en su derecho…… 

Pero la opinión pública espera que Rubalcaba haga algunas preguntas a Méndez y a Toxo. A ver si se las contestan POR ESCRITO y, aunque él lo sepa, NOS ENTEREMOS TODOS. 


¿Qué número de empleados, en plantilla y como colaboradores, mantienen UGT y CCOO?


¿Han hecho alguna reducción de personal con motivo de la crisis?


¿Cuántos liberados hay en España?


¿Es cierto que son ellos los que reciben órdenes para acudir a las manifestaciones con sus cornetines, altavoces, banderas, consignas, pareados ripiosos y pancartas?


¿Es verdad que con el sueldo de los liberados, muchos de los cuales no dan un palo al agua, se pagaría a cerca de 50.000 pensionistas?


¿Es cierto que abonamos 500 millones de euros para mantener a los liberados, cifra con la que más de 100.000 personas cobrarían el subsidio de 400 euros?


¿Es verdad que el coste salarial de los liberados en RTVE superó los 4’7 millones de euros y el de los delegados 3 millones y que se dilapidaron en dietas y alojamientos más de medio millón de euros?


¿El 90% de lo que gastan UGT y CCOO se financia con dinero público a través de las más variadas y a veces estrafalarias subvenciones directas o indirectas de las tres Administraciones, la central, la autonómica y la municipal?


¿No mienten los expertos al asegurar que las fundaciones de los sindicatos negocian cada año 500 millones de euros de dinero público?


¿Responde a la realidad la información de que los sindicatos UGT y CCOO gestionan más de 100 sociedades de las que son propietarios?


¿Es verdad, como ha publicado Marisa Recuero, que representantes de las centrales sindicales vertebran los consejos de las antiguas Cajas y que 60 sindicalistas se reparten más de 3 millones de euros?


¿Qué cantidad administran UGT y CCOO de dinero público para los llamados cursos de formación, muchos de los cuales son una camelancia, donde, al decir de Zapatero, los asistentes trabajan por la patria y no engrosan la cifra de parados?


¿De esa cantidad, qué porcentaje se destina a engrosar las arcas de los sindicatos?


¿Es cierto que UGT y CCOO cobran un porcentaje incluso de los EREs?


¿Qué número de edificios, oficinas y sedes poseen y ocupan en toda España las dos centrales sindicales mayoritarias?


¿Cuánto cuesta el mantenimiento, la calefacción, el aire acondicionado, la limpieza, la seguridad, los gastos de oficina de esa interminable caravana de sedes?


¿Pagan IBI por sus edificios las centrales sindicales?


¿Cuántos cargos de UGT y CCOO cobran sobresueldos de empresas públicas y privadas?


¿Conocen las centrales sindicales qué número de automóviles tienen en propiedad o alquiler?


¿Cuánto cuestan sus seguros, la gasolina, las reparaciones, el mantenimiento, los sueldos de los chóferes?


¿Qué ingresos reales tienen UGT y CCOO procedentes de las cuotas de sus afiliados y de ese dinero qué porcentaje corresponde a las empresas públicas que pagan coaccionadas las cuotas?


¿A qué cifra se eleva la morosidad de los afiliados que retrasan sus pagos o sencillamente no lo hacen?


¿Cuánto cuestan, en fin, las manifestaciones y las movilizaciones en las que se derrochan medios técnicos, dietas, viajes y comidas?


¿CUÁNTOS SINDICALISTAS HAY EN PARO?



Ahí queda mi invitación a Rubalcaba para que, tras preguntar a Méndez y Toxo lo que la opinión pública quiere saber, les aliente a la regeneración sindical con el fin de que embriden los ABUSOS y se dediquen de verdad a la defensa del interés de los trabajadores y NO EN EL NEGOCIO EN QUE LOS SINDICATOS SE HAN CONVERTIDO.


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