domingo, 30 de septiembre de 2012

De cuentas andaluzas estupendas a un rescate de 5.000 millones


Antes de la dimisión de Javier Arenas, este ya había advertido sobre la gravedad de las deudas de la Junta de Andalucía. De hecho, previo anticipos para Ayuntamientos si gabnaba las elecciones. Las respuestas a las dudas del PP sobre las cuentas andaluzas, siempre fueron las mismas: El PP busca desestabilizar arrojando incertidumbree sobre las cuentas de Andalucía. Luego, hasta el propio Valderas no hace mucho, aludiendo a la solvencia andaluza,negó la viabilidad de un rescate. La número 2 del gobierno Griñán, Susana Díaz, negó acudir al Fondo de Liquidez si se limitaban las competencias. Ahora, nos encontramos con una petición de casi 5.000 millones al Fondo erigido por el Gobierno para salvar autonomías asfixiadas. andaluzas. 
 
Ayer se hizo público la necesidad de pedir un rescate de cinco mil millones de euros al Gobierno central para poder hacer frente a los pagos que la Junta tiene comprometidos, entre otras deudas a servicios esenciales. 6 millones de euros diarios hay que pagar. O sea, 180 al mes. 
 
Historia de un culebrón interpretable como farsa o como incompetencia.
 
En 2011, la Junta reconoce que la deuda andaluza era de 14.331 millones de euros, pero el PP afirmaba que llegaba a los 25.000 millones, incluidos los 4.890 millones correspondientes al desfase de ingresos del Estado entre 2008 y 2009.
 
16 de abril: Griñán susurra débilmente que tiene que gastar 2.600 millones de euros menos a pesar de haber dicho en 2011 que las cuentas se conocían de pé a pá. 
 
17 de abril: Rosario Soto, portavoz del PP, acusa a Griñán de falsear los presupuestos preelectorales donde no dijo nada de reducir unilateralmente gastos. 
 
25 de mayo: Arenas advertía de que habría recortes porque los presupuestos presentados por el PSOE eran falsos y que los cajones estaban llenos de facturas impagadas.
 
21 de julio: Diego Valderas descartaba que Andalucía pidiera ayuda al Estado, en tanto que la región «tiene un diferencial amplio de más solvencia que otras comunidades autónomas», El rescate, dijo, sería un paso atrás para la Comunidad. 
 
22 de julio: La consejera andaluza de Presidencia, Susana Díaz decía: «La pretensión del Gobierno andaluz es no acogerse al fondo de rescate, que es un instrumento que no compartimos, más dirigido a limitar las competencias autonómicas. culpaba al Gobierno central de haber llevado a la población a la desesperación.
 
30 de agosto: En El País, Griñán dijo no haber descartado nunca acudir al Fondo de Liquidez, primer signo del giro. 
 
1 de septiembre: La Junta desvela que ha pedido un anticipo de 1.000 millones de euros.
 
12 de septiembre: Carlos Rojas, portavoz del PP, desvela que Andalucía tiene que pagar 6 millones de euros diarios y pedía a Griñán que aclarase las cuentas.
 
13 de septiembre: Griñán admite que podría recurrir al Fondo de Rescate del gobierno Rajoy. 
 
25 de septiembre: Ayer mismo, la Junta cifraba en casi 5.000 millones de euros, 4.906,8 millones exactamente, la cantidad de dinero(rescate) que pedirá al Fondo de Liquidez Autonómica ante la asfixia financiera a la que se ve sometida por falta de tesorería. Andalucía se suma así a Cataluña, Valencia y Murcia, que con anterioridad pidieron acogerse a dicho fondo.
 
¿Farsa o incompetencia? Esto es, o se saben cuáles son las cuentas y se ha mentido descaradamente a los andaluces, o no se conocían en realidad las cuentas andaluzas y estamos gobernados por un grupo, una casta ya, de incompetentes. Es indiscutible que estos hechos deben promover un movimiento en favor de una explicación de expertos independientes sobre el estado de las cuentas andaluzas. ¿Quién puede garantizar que estos 5.000 millones no son sino el primer paso de un rescate destinados a pagar con urgencia lo que se viene encima? ¿Se pedirá más dinero? ¿Cuánto? ¿Por qué se debe todo ese dinero? ¿A quiénes? ¿Quiénes han sido los responsables?


Felipe Cebolleta se marca otra batallita en El País con otro ataque de amnesia.

Felipe González, qua aparece y desaparece en los medios como un Guadiana político, anuncia este 23 de julio de 2012 que "Rajoy está obligado a convocar un gran acuerdo nacional para salir de la crisis". Le ha concedido audiencia a Soledad Gallego-Díaz, una de sus veteranas exégetas, y desde el reposo del guerrero en una casa en El Escorial (que no queda claro si es suya, si la tiene alquilada, si se la ha prestado uno de sus admiradores/ras o, simplemente, pasa allí unos días como ilustre invitado), ha vuelto a sacar de su vieja chistera un remedio que fue milagroso hace más de tres décadas, pero que ahora sólo sería un remedio "placebo" de consumo interno: el espíritu de los pactos de La Moncloa.

Un pasivo del país; un activo de "El País"

Felipe, para algunos españoles, sigue siendo un activo del país. Para otros ya es sólo un activo de El País con comillas, con fundadas o infundadas sospechas de que pueda estar en nómina, a tantos euros el artículo o la entrevista. Y para muchos, que todavía no habían nacido cuando se produjo la mítica transformación de Isidoro a FG, del marxismo a la socialdemocracia, de la utopía en el exilio de Suresnes a la jaula de oro de La Moncloa, es un carroza, un abuelo Cebolleta que de vez en cuando sale a contar batallitas, como se le escapó a la actual portavoz parlamentaria del PSOE en El Congreso, Soraya Rodríguez, ante un indiscreto micrófono abierto.

En la nueva batallita de Felipe Cebolleta, el drama de España se produce en la década patética de 1998-2008. Abarca legislatura y media del gobierno Aznar y la primera legislatura del gobierno ZP.

De ahí en adelante, ya es todo historia basura, putrefacción del talante y el talento de Zapatero y fracaso precoz del gobierno de Rajoy. Fue la pérfida derecha, la que puso la primera piedra, el primer ladrillo de la burbuja inmobiliaria; la que permitió que la banca española repartiese créditos como caramelos; la que incitó a millones españoles (votantes del PP, del PSOE y de un amplio abanico de partidos), a gastarse lo que no tenían, a tirar de tarjeta visa y a vivir del cuento y pasar de las cuentas.

Luego, reconoce que ZP y sus chicas y chicos le echaron gasolina al fuego, pero le echa un capote, una larga cambiada, acusando a la placenta europea de obsesión de unidad monetaria y desdén por la unión económica.

Y se queda tan fresco. Él, Soledad Gallego y a saber cuántos miles de lectores del buque insignia de papel del Grupo Prisa.

Las sombras alargadas del Felipismo

Como si de 1998 para atrás la historia se hubiese quedado en blanco, Felipe blinda sus 14 años al frente del gobierno español de cualquier responsabilidad sobre el rumbo que ahora amenaza con el hundimiento del Titanic. Desde 1982 hasta 1996, el capitán del barco se deja regalar los oídos con las luces, pero se hace el sueco y ha diseñado un sofisticado entramado mediático para ahuyentar sus sombras.

Felipe es el fundador de la escuela política de la dictadura de los partidos, de "el que mueva no sale en la foto", del clientelismo, del corporativismo partidista por encima de las conciencias personales, de la listas electorales herméticamente cerradas, del Sagastismo imperante, dispuesto a admitir, como mal menor, paréntesis de Canovismo como concesión in extremis a un bipartidismo enfermizo.

Se queja de la burbuja inmobiliaria, pero ha sido amigo, como Presidente y como EX, de tiburones de la construcción como Luís García Cereceda, el discreto super-especulador del suelo, un as del pelotazo inmobiliario, cuya muerte en 2010 le dejó con el corazón partío.

Torrijos, Carlos Slim, Sarasola, hombres y nombres que han figurado en la agenda de un Presidente que condujo a la izquierda española desde el marxismo a la Tierra Prometida que ya anunciaba el que fue uno de sus paradigmáticos ministros de Economía: "España es uno de los países del mundo en el que se puede uno rico en menos tiempo" (Carlos Solchaga dixit). De aquellos polvos vienen estos lodos de los que ahora se queja amargamente el "jarrón chino" del PSOE español, y ahora, ´somos el país del mundo en el que uno se puede hacer pobre en menos tiempo.

Y el Gal, y Filesa, y el enojoso asunto de los fondos reservados, y nada menos que un Director General de la Guardia Civil metiendo la mano en la caja del estado, y Ministros y Secretarios de Estado disfrutando de largas vacaciones en Carabanchel.

De aquellos polvos estos lodos

¿De qué va Felipe González? Este señor fue una vez Pedro, se mantuvo 14 años al frente del pontificado oficial de España, S.A., y sobre esa piedra se montó la iglesia política inmune a los escándalos, al nepotismo, a la mediocridad, al caudillismo, a la corrupción, a las sucesivos plagios de "la escopeta nacional" de Berlanga, a la complicidad entre políticos, empresarios, banqueros e ídolos de barro sindicales de una tripulación (de todas las ideologías), que ha acabado dejando a decenas de millones de pasajeros que iban en el barco, ¡oh, el Titanic español!, encallados en las piedras de la historia, esperando indefensos, impotentes, resignados, un naufragio anunciado, como lo titularía el buen amigo de FG "Gabo" García Márquez.

La partícula de Dios es posible que explique el punto que dio origen al big bang del universo; pero la extensa biografía de luces y de sombras del primer presidente socialista desde la restauración de las libertades en España, ha dado lugar al descubrimiento de un "punto Filipino" que explica el caótico big bang que ha padecido la joven pero envejecida democracia española.

Como muestra, un botón. El máximo responsable español en el tratado de Maastricht (moneda única, euro y esas cosas), que salía sonriente en la foto con Helmut Hohl y François Mitterrand, se rasga ahora las vestiduras, en "El País" con comillas, exigiendo menos unión monetaria y más unión económica.

Se le podría haber ocurrido ya en Maastricht, ¿no? Y ya puestos a ser comprensivos, en vez de esperar a su retiro espiritual en El Escorial, este verano en que ya no vivimos peligrosamente, sino en estado crítico, se le podría haber ocurrido su infalible terapia europea en 2007, cuando lo incorporaron al Comité de Sabios, aquel elenco de mentes brillantes que formaban el Grupo de Reflexión sobre el Futuro de Europa.

El abuelo Cebolleta de Soraya Rodríguez, se acuerda ahora de los lodos, pero padece amnesia total sobre los polvos que han convertido a España en un lodazal.

El PSOE "rota" sus cargos de la Diputación para que cobren el paro y contratar a más militantes.
El personal eventual que tenga garantizada la prestación pasa al paro y deja su puesto libre para hcer otro contrato: El PSOE multiplica así los afiliados en nómina.


Mas de 60 dirigentes contratados y algunos no pisan la oficina.





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