domingo, 17 de febrero de 2013

El agujero negro de IU

La Fundación DeSevilla desde que IU se hiciera con su control en 2007, fruto del pacto de gobierno con el PSOE, es verdaderamente llamativa por el contraste que supone su precaria coyuntura financiera y las ingentes subvenciones que recibe del Ayuntamiento de Sevilla, especialmente de las delegaciones que gestiona IU. Carne de su carne, lógicamente.
En teoría, esta fundación debe encargarse de «formación, innovación y cooperación», aunque parece haber ceñido su actuación al último apartado y, más concretamente, al apoyo a organizaciones vinculadas al comunismo o al propio régimen cubano. En ello se deja casi todos sus fondos a tenor de cómo cubre las demás necesidades, pues los escasos 30 trabajadores con los que cuenta no han podido cobrar puntualmente sus nóminas en los últimos meses. De hecho, la fundación ha despedido al menos a cinco de sus empleados en los últimos días, algo que, amén de vincularse a la asfixia económica, debe entenderse como una purga de elementos «dudosos». Tras nueve años dentro, tres de las despedidas han sido recolocadas en un puesto mejor en Emasesa, se dice que para que no caigan en la tentación de contar nada del funcionamiento de la fundación pues son personas próximas al PP. Paradójicamente, han entrado en el departamento de «filtrajes». Suena a broma. Un técnico más ha sido colocado también en Emasesa, mientras que otra de las despedidas, divorciada y con hijos, es ya una parada más.
Eso sí, se mantienen intactos los responsables de «La Colmenita» —grupo cubano de teatro— y del programa de alfabetización cubano «Yo sí puedo»; sus sueldos superan con creces los 2.000 euros mensuales y según cuentan en la fundación «aparecen una o dos horas como mucho cada mañana».
Por debajo de Miguel López Adán —organizador de las «brigadas» y miembro del PCA—, que es el gerente, está como segundo Carlos Vázquez, otro destacado del PCA y a la sazón coordinador del grupo municipal de IU en Sevilla capital. Otro de los intocables gestores es el brigadista Ismael Sánchez, de Juventudes Comunistas (PCA) y, oficialmente, coordinador del programa de alfabetización cubano.
Ha desembarcado recientemente en DeSevilla para realizar las labores contables Esteban Olmos, un activo comunista ligado a Comisiones Obreras de Granada. Sustituye a Augusto García Cardoso, que se fue a Lipasam, según se cuenta, para no hacerse responsable de las enmarañadas finanzas de la institución. Pese a recibir multimillonarias subvenciones del Ayuntamiento, de hecho, la fundación de IU debe dinero a casi todos su proveedores: la empresa de limpieza, la de seguridad, papelería o mensajeros. Despiden, no pagan y, mientras, acaban de trasladarse a un céntrico edificio junto a la Alameda. ¿Dónde está el secreto?

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