viernes, 5 de agosto de 2011

MITOS DE HISTORIA

La retórica política del momento  está llena de términos bélicos que prefiguraron la Guerra Civil: lucha, conquista, asonada, defensa y sedición.
La república fue un empeño imposible desde el principio.
Dime de que presumes y te diré de qué careces, dice el pueblo. ese mismo pueblo puso letra a la música charanguera del himno nacional de la república:
si los curas y frailes supieran la paliza que le vamos a dar/ saldrían a la calle gritando/ libertad, libertad, libertad.
Eso es lo que no hubo en la república: libertad ni siquiera la de prensa. En su lugar dominaron sus contrarios: retórica, enfrentamiento, cuando no violenta represión.
El lenguaje tubo gran significación porque los líderes del momento eran intelectuales, escritores, oradores. Se desarrollaron los medios de comunicación de masa: libros, periódicos, cine, radio. De esa forma la política redescubrió el arma definitiva de la propaganda, esto es, el poder de la palabra.
Lo primero que cambió el nuevo régimen, fue la bandera. Nadie sabe a cuento de qué. No es verdad que el morado fuese el color de Castilla. El mismo día de su proclamación se incendiaron cientos de iglesias, colegios y conventos en toda España, la fuerza de orden no hicieron nada por impedirlo.
Digo que fue empeño imposible porque unos no pretendían imponerse sobre los otros sino acabar con ellos.
La segunda república amalgamó a fuerzas muy diversas sin un proyecto común (socialistas, republicanos de derechas, anarquistas) curiosa mescolanza incompatibles entre sí.
Ejemplo de las contradiciones: en un artículo acerca de la prohibición de la Semana Santa por el gobierno del Frente Popular, relata Unamuno: Escándalo en Sevilla: cuenta cómo recibió una obación un obrero encapuchado que salió de debajo del paso de la Macarena para proclamar: Soy comunista, pero al que falte a mi Virgen, le mató. Y comenta Unamuno: Claro es que el pobre hombre ni sabe lo que es comunismo ni lo que es religión cristiana. Es un caso de esa terrible dementalidad y materialista que rinde culto a Marx o a Lenin y a la Virgen de su parroquia sin saber nada de ellos.Existe tanto una religión cristiana como una marxista y que poco importa que sea "opio deista u opio ateista". Unamuno termina deplorando la generalización de la violencia.
Otro ejemplo del caos ideológico es el siguiente: a dos meses antes de empezar el alzamiento militar en un mitin en Badajoz reproducido por el periódico Claridad (19/05/1936) el diputado cominista por Sevilla, Antonio Mije amenazó a los enemigos del frente popular en términos claros: La burguesía de Badajoz no palpitará desde esta mañana al ver como desfila por las calles con puño en alto las milicias uniformadas, millares y millares de jóvenes, obreros y campesinos que son el futuro ejercito rojo... Este acto de fuerza y disciplina de la masa obrera y campesina encuadradas en los partidos marxistas, se preparan para muy pronto terminar con esa gente que todavía sigue en España dominando y explotando.
Es decir que ya en Mayo la burguesia de Badajoz (osea a todo aquel que no formara parte del frente popular) le bastaba asomarse a la calle o leer un periódico para contemplar el embrión de un ejercito que se preparaba para terminar con esa gente. Gente que desde 1931 sabía muy bien lo que significaba aquellas palabras, habían tenido ocasión de comprobarlo como: asalto, saqueo de propiedades, incendios, intentona revolucionaria desde el 33, la revolución del 34, la manipulación de los resultados electores en fefrero del 36.
El iempo había demostrado de que aquellos que no estaban con el frente popular no asistirían pasivos a su propio exterminio.
Esta es la tragedia histórica, silenciar elementos como los señalados significa también prescindir de los procesos históricos, del papel real que desempeñaron los protagonistas. La historia puede servir como fundamento de una convivencia equilibrada sin enconos sectarios.
Hay que asumir que somos nietos de un fracaso, y mucha culpa tienen los políticos de la época y sus arengas a las masas.
Los totalitarismos avanzaban por toda Europa, situar los acontecimientos ayuda al entendimiento de la tragedia.
Para entender nuestra historia y lo que acontece hoy, se hace necesario aventurarse en el tiempo y comenzar por la historia de las utopias, encontraremos cosas curiosas, otras de las que hemos oido hablar de pasada.
OTRO DÍA HAREMOS ESE VIAJE POR LAS UTOPIAS Y LAS REVOLUCIONES.

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