Hace cincuenta y cuatro años, el primero
de enero de 1959, Cuba, que entonces tenía unos seis millones de habitantes ,
hoy tiene once, apareció en la primera página de todos los diarios importantes
del mundo: el dictador Fulgencio
Batista, que ocupaba el poder desde 1952,
había huido del país junto a su familia y algunos de sus colaboradores
principales.
Batista había sido derrotado por un
movimiento guerrillero encabezado por un joven abogado llamado Fidel Castro y
una pintoresca tropa de improvisados combatientes barbudos.
Desde entonces, aquel gobierno revolucionario de 1959 continúa
en el poder bajo una dictadura comunista: eso quiere decir que tres
generaciones consecutivas de cubanos no han conocido otra cosa que el gobierno
comunista de los hermanos Castro.
Este artículo se propone responder a preguntas clave que hoy se hace cualquier
persona interesada en explicarse este largo proceso histórico conocido como
"la revolución cubana":
-¿Por qué la izquierda esconde y
manipula la realidad cubana?
-¿Es el estado soñado que persiguen
poder implantar en nuestro país?
-¿Por qué no denuncian que en las
cárceles cubanas se agreden los más elementales
derechos humanos.
-¿Por qué no denuncian que existan aun
en Cuba presos políticos?
-¿Por qué IU defiende una dictadura? ¿Por
ser comunista?
-¿Por qué Fidel Castro, su hermano Raúl,
el Che Guevara y otros pocos revolucionarios convirtieron Cuba
en una dictadura comunista?
-¿Cómo fue la transformación del país a
lo largo de este periodo?
-¿Cuáles han sido las consecuencias
reales de esos cambios para el pueblo cubano?
-¿Por qué el comunismo cubano no
desapareció tras el colapso de la URSS y sus satélites europeos a partir del
derribo del Muro de Berlín, en el 1989?
-¿Qué sucederá cuando la dictadura
cubana, como todas, llegue a su final?
Batista, en 1940 (su último año) aprobó una Constitución democrática que no
permitía la reelección, y Batista fue elegido presidente para los siguientes
cuatro años.
Parte del pueblo, comenzó a acercarse a
un movimiento de masas, llamado Partido Revolucionario Cubano (Auténtico), que
manejaba una retórica antiamericana y anticapitalista,
Poco después comenzó la insurrección para
desalojarlo del poder: atentados terroristas, ataques a cuarteles, asesinatos
de militares, conspiraciones políticas, y una severa crítica al gobierno en los
medios de comunicación. A todo esto respondió la dictadura de Batista con
asesinatos selectivos, y censura esporádica y persecución de los periodistas y
políticos críticos.
En ese clima de crispación surgió Fidel
Castro como uno de los cabecillas de la insurrección. Primero atacó, sin éxito,
el cuartel Moncada (26-VII-1953). Tras pasar casi dos años en la cárcel se fue
a México, donde aprovechó para adiestrar a unas cuantas docenas de partidarios,
con el objeto de desembarcar en la Isla y sublevarla contra Batista. Para ello
contaba con que se produjera un levantamiento en Santiago de Cuba.
No
produjo los resultados previstos, y su expedición, en la que tomaban parte unas
ochenta personas, fue prácticamente aniquilada a poco de arribar a las costas
cubanas (diciembre de 1956). Los que no fueron capturados, entre los que
estaban Fidel, Raúl y Guevara, se refugiaron en las montañas de Sierra Maestra
y comenzaron una prolongada guerra guerrillera de incierto destino.
¿Quién era Fidel Castro? Era un abogado
joven, violento y carismático, acusado a fines de los años cuarenta de crímenes
políticos e intentos de asesinato en la etapa democrática de Cuba, aunque nunca
lo condenaron en los tribunales. Se sabía que era confusamente radical y audaz
y que poseía una gran capacidad de intimidación frente a partidarios y
adversarios, de manera que impuso su liderazgo y se convirtió en la cabeza más
visible de una oposición dividida en varios grupos y dos estrategias: los
electoralistas, que deseaban salir de Batista por la vía política, y los
insurreccionalistas, que pretendían sacarlo a tiros del poder. Fidel acabó imponiendo
la línea dura: la lucha armada como única estrategia válida.
No obstante, el golpe definitivo contra
Batista, fue la pérdida del apoyo de
Estados Unidos. En abril de 1958 el gobierno republicano de Eisenhower, presionado por una hábil campaña
de los exiliados cubanos, decretó un embargo de armas al gobierno de Batista
para obligarlo a buscar una solución política a la guerra desatada en el país.
Pero las consecuencias de ese embargo
norteamericano de armas, no obstante, fueron otras: en lugar de precipitar una
salida pacífica al conflicto, Washington provocó o aceleró el triunfo de los
insurrectos.
El total de muertos de ambos bandos,
gobierno y oposición, a lo largo de los seis años de lucha fue de 2.771. La
mayor parte cayó en las ciudades, no en las montañas. Sin duda, se trataba de
un número alto de caídos en combate o ejecutados, pero infinitamente menor que
los habidos en las guerras revolucionarias de El Salvador, Guatemala o
Nicaragua.
Rumbo al comunismo
Una vez ocupada la casa de gobierno, el
verdadero Fidel Castro comenzó a mostrarse a los cubanos y al mundo.
Supuestamente, la revolución se había llevado a cabo para restaurar la
democracia y las libertades individuales garantizadas en la Constitución de
1940 y conculcadas por Batista, pero Fidel Castro, que había asegurado varias
veces que no era comunista, muy rápidamente, en apenas dos años, comenzó a
confiscar las empresas privadas nacionales y extranjeras, se acercó a los
soviéticos, atacó a Estados Unidos con gran vehemencia, nacionalizó sin
compensación las propiedades de las compañías nacionales y extranjeras, muchas
de ellas pertenecientes a norteamericanos y españoles, se apoderó de los medios
de comunicación y estableció un gobierno de partido único.(Sigue en blog)
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