lunes, 7 de enero de 2013

PORQUE IU. DEFIENDE LA DICTADURA CUBANA. J. CABEZA


Hace cincuenta y cuatro años, el primero de enero de 1959, Cuba, que entonces tenía unos seis millones de habitantes , hoy tiene once, apareció en la primera página de todos los diarios importantes del mundo: el dictador  Fulgencio Batista,  que ocupaba el poder desde 1952, había huido del país junto a su familia y algunos de sus colaboradores principales.

Batista había sido derrotado por un movimiento guerrillero encabezado por un joven abogado llamado Fidel Castro y una pintoresca tropa de improvisados combatientes barbudos.

Desde entonces,  aquel gobierno revolucionario de 1959 continúa en el poder bajo una dictadura comunista: eso quiere decir que tres generaciones consecutivas de cubanos no han conocido otra cosa que el gobierno comunista de los hermanos Castro.

Este artículo se propone responder a  preguntas clave que hoy se hace cualquier persona interesada en explicarse este largo proceso histórico conocido como "la revolución cubana":

-¿Por qué la izquierda esconde y manipula la realidad cubana?

-¿Es el estado soñado que persiguen poder implantar en nuestro país?

-¿Por qué no denuncian que en las cárceles cubanas se  agreden los más                                               elementales derechos humanos. 

-¿Por qué no denuncian que existan aun en Cuba presos políticos?

-¿Por qué IU defiende una dictadura? ¿Por ser comunista?

-¿Por qué Fidel Castro, su hermano Raúl, el Che Guevara y otros pocos revolucionarios convirtieron Cuba en una dictadura comunista?

-¿Cómo fue la transformación del país a lo largo de este periodo?

-¿Cuáles han sido las consecuencias reales de esos cambios para el pueblo cubano?

-¿Por qué el comunismo cubano no desapareció tras el colapso de la URSS y sus satélites europeos a partir del derribo del Muro de Berlín, en el 1989?

-¿Qué sucederá cuando la dictadura cubana, como todas, llegue a su final?

 

Batista, en 1940  (su último año)  aprobó una Constitución democrática que no permitía la reelección, y Batista fue elegido presidente para los siguientes cuatro años.

Parte del pueblo, comenzó a acercarse a un movimiento de masas, llamado Partido Revolucionario Cubano (Auténtico), que manejaba una retórica antiamericana y anticapitalista,

Poco después comenzó la insurrección para desalojarlo del poder: atentados terroristas, ataques a cuarteles, asesinatos de militares, conspiraciones políticas, y una severa crítica al gobierno en los medios de comunicación. A todo esto respondió la dictadura de Batista con asesinatos selectivos, y censura esporádica y persecución de los periodistas y políticos críticos.

En ese clima de crispación surgió Fidel Castro como uno de los cabecillas de la insurrección. Primero atacó, sin éxito, el cuartel Moncada (26-VII-1953). Tras pasar casi dos años en la cárcel se fue a México, donde aprovechó para adiestrar a unas cuantas docenas de partidarios, con el objeto de desembarcar en la Isla y sublevarla contra Batista. Para ello contaba con que se produjera un levantamiento en Santiago de Cuba.

 No produjo los resultados previstos, y su expedición, en la que tomaban parte unas ochenta personas, fue prácticamente aniquilada a poco de arribar a las costas cubanas (diciembre de 1956). Los que no fueron capturados, entre los que estaban Fidel, Raúl y Guevara, se refugiaron en las montañas de Sierra Maestra y comenzaron una prolongada guerra guerrillera de incierto destino.

¿Quién era Fidel Castro? Era un abogado joven, violento y carismático, acusado a fines de los años cuarenta de crímenes políticos e intentos de asesinato en la etapa democrática de Cuba, aunque nunca lo condenaron en los tribunales. Se sabía que era confusamente radical y audaz y que poseía una gran capacidad de intimidación frente a partidarios y adversarios, de manera que impuso su liderazgo y se convirtió en la cabeza más visible de una oposición dividida en varios grupos y dos estrategias: los electoralistas, que deseaban salir de Batista por la vía política, y los insurreccionalistas, que pretendían sacarlo a tiros del poder. Fidel acabó imponiendo la línea dura: la lucha armada como única estrategia válida.

 

No obstante, el golpe definitivo contra Batista,  fue la pérdida del apoyo de Estados Unidos. En abril de 1958 el gobierno republicano de  Eisenhower, presionado por una hábil campaña de los exiliados cubanos, decretó un embargo de armas al gobierno de Batista para obligarlo a buscar una solución política a la guerra desatada en el país.

Pero las consecuencias de ese embargo norteamericano de armas, no obstante, fueron otras: en lugar de precipitar una salida pacífica al conflicto, Washington provocó o aceleró el triunfo de los insurrectos.

El total de muertos de ambos bandos, gobierno y oposición, a lo largo de los seis años de lucha fue de 2.771. La mayor parte cayó en las ciudades, no en las montañas. Sin duda, se trataba de un número alto de caídos en combate o ejecutados, pero infinitamente menor que los habidos en las guerras revolucionarias de El Salvador, Guatemala o Nicaragua.

Rumbo al comunismo

Una vez ocupada la casa de gobierno, el verdadero Fidel Castro comenzó a mostrarse a los cubanos y al mundo. Supuestamente, la revolución se había llevado a cabo para restaurar la democracia y las libertades individuales garantizadas en la Constitución de 1940 y conculcadas por Batista, pero Fidel Castro, que había asegurado varias veces que no era comunista, muy rápidamente, en apenas dos años, comenzó a confiscar las empresas privadas nacionales y extranjeras, se acercó a los soviéticos, atacó a Estados Unidos con gran vehemencia, nacionalizó sin compensación las propiedades de las compañías nacionales y extranjeras, muchas de ellas pertenecientes a norteamericanos y españoles, se apoderó de los medios de comunicación y estableció un gobierno de partido único.(Sigue en blog)

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