martes, 27 de diciembre de 2011

ALDEBARAN17

EL TRANSFONDO DE LA POLÍTICA.



J. Cabeza.

Cuando en el 2004 el Psoe volvió a ganar me envolvió la curiosidad de por dónde iban a transcurrir los derroteros ideológicos del nuevo socialismo. Pasado cierto tiempo la curiosidad se convirtió en preocupación. Las propuestas del nuevo gobierno se alejaban cada vez más de lo que entendíamos por socialdemocracia.

Lejos de mi intención está atacar a nadie, tan solo exponer esa ideología que no se ve, pero que está detrás de cada acto y de cada Ley.

Tras la caída del muro de Berlín en 1989 diagnosticaron el final de las ideologías, al menos del marxismo y sus consecuencias: comunismo y socialismo. Los estados de la Europa del Este que provocaron los ideales marxistas han resultado poco atractivo, represivos, antidemocráticos e ineficaces, y como consecuencia de ello, el socialismo sufrió un serio revés, las últimas piedras de Berlín se llevaron la ideología marxista.

La tarea de un intelectual consiste en averiguar cuáles son las realidades ideológicas del tiempo que les ha tocado vivir, indagar a través de la realidad lo que ésta esconde y más acuciante cuando se refiere a la política, pues afecta a lo público que es de todos, son las ideas las que andan en juego. La experiencia del s. XX. , el desarrollo de los totalitarismos, las guerras, los campos de concentración, los gulags, todos aquellos horrores que fueron fruto del juego de las ideas son suficientes ejemplos para no volver a pasar por la misma experiencia.

Si hay algo que creo que es contrario a un sistema democrático, fundado en la libertad, en la limitación del poder, en el imperio de la Ley y en la salvaguarda del derecho de las personas es el totalitarismo. Transformar las creencias ideológicas en una religión racional, en una especie de fideísmo político. La base del sentido común de una sociedad, es decir: el bien y el mal, la verdad y la mentira, la muerte y la vida, el hombre y la mujer, el matrimonio y la familia, la felicidad y el sufrimiento, la religión y el laicismo. En fin, todo aquello que afecta a nuestro destino como personas, a nuestra concepción de la vida al margen del poder, de la política o la intervención del estado, pero la búsqueda de la ideología ha sido el proceso seguido por el Psoe; la primera fase para caminar hacia esta nueva ideología ha sido la estrategia radical de transformar a la sociedad, la segunda fase trata de la hegemonía de la izquierda como paso previo para llegar a la ideología. En este camino el Psoe no ha andado solo, en su estrategia ha ido integrando en sus bases lo que se ha llamado pos-socialismo, constituido por el resto de partidos de izquierda radical y los llamados nuevos movimientos sociales; todo ello integra lo que llamamos la nueva izquierda radical.

Vuelven a surgir los más extremistas valores de la izquierda de la mano de gobiernos radicales de ZP, que lejos de apaciguar, hemos vuelto a la lucha ideológica.

Para saber cuál es el contenido ideológico de esa nueva izquierda iremos describiendo lo que no se nos dice. Las fuentes, las que ellos mismos han desvelado en los libros, documentos públicos de partidos, declaraciones de prensa e historias sobre el pensamiento de izquierda, y finalmente los textos y proyectos legislativos .

La tercera vía, era sin duda, la tendencia del socialismo del final de los noventa; el protagonista de la misma, Toni Blair, para parte de la izquierda esta tercera vía carecía de ideología, es pues una visión a mitad de camino entre el realismo y el progresismo motivada por las nuevas realidades surgidas en torno al inicio del siglo.

Blair partió de una crítica realista del estado de bienestar al que calificaba como el punto álgido de un prolongado proceso de evolución de los derechos sociales, apostaba por la nueva vía para construir un marco de pensamiento y una política practica que buscara para la socialdemocracia una nueva vía en un mundo cambiado a lo largo de las dos o tres últimas décadas. Analizaba también la escasa validez actual de la distinción entre derechas e izquierdas. A pesar de que esta vía constituía el pensamiento dominante de la izquierda europea de final de los noventa, el vacío ideológico en el que el gobierno socialista de González, no se rellenó como pudiera haber sido.

La nostalgia hacia una radicalidad típicamente socialista hizo girar al Psoe de nuevo hacia la izquierda de forma que desde la propuesta hecha por izquierda unida en 1999, el entonces líder del partido, Almunia, planteó la unidad de la izquierda. El problema es que en España se confunde el progresismo con el radicalismo. El resultado fue una derrota implacable en las urnas, y al día siguiente el Psoe inicia su renovación de la nueva izquierda radical de la nueva vía a la vieja izquierda.

La más expresiva declaración del fenómeno es la confección realizada por ZP, en la que se autodefine ideológicamente como rojo, utópico y feminista; simplemente revela lo que estaba oculto tras la máscara electoral de ZP. Es muy expresivo de la actitud radical y lo sitúa bien como líder de la nueva izquierda.

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