No queda más remedio
que seguir hablando. Me parece muy bien que quiten medallas a Franco, pero
considerar merecedor de una estatua a Largo Caballero, creador de la Revolución
Asturiana del 34, contra su propia república, y en la que murieron más de un millar
de personas, es tomarle el pelo al personal.
La gente tiene derecho
a buscar a sus desaparecidos, pero no utilizar esto sectariamente ni con
demagogia barata.
La izquierda niega o
relativiza su parte de represión, o se limita a afirmar que eran cosas de la
guerra, provocadas por el alzamiento de los franquistas. Es evidente que hubo
un alzamiento, pero antes hubo una represión republicana desde el comienzo
mismo de ésta; MÁS DETALLES VER BLOG.
Lerroux decía: las
pretensiones obreras se extralimitan y son peligrosas. Gil Robles: irán en
aumento hasta negar la propiedad privada, atentando a todos los fundamentos
sociales del derecho.
Si no nos anclamos en
mixtificaciones y perjuicios ideológicos y aunque suene duro, todo un cúmulo de
cosas que pasaron en la república fue lo que nos trajo a Franco. Y digo más, la
opinión internacional acepto un papel en la farsa de fingir la existencia de un
estado civilizado y normal, cuando en realidad desde el 16 de Febrero del 36,
vivíamos en plena anarquía, bajo el imperio de una monstruosa subversión de
todos los valores morales… no nos olvidemos que el País estuvo en estado de
alarma, y la Ley de defensa de la República se convirtió en elemento de
persecución contra todos aquellos que no tenían las mismas ideas políticas o no
que los elementos componentes del frente popular.
He leído Consumatum
est. El grupo político AMA titula su artículo de memoria histórica Ley, Historia, Justicia. Vallamos a ello.
¿Qué pasaba en Sevilla y su provincia? Veremos lo que dicen otras fuentes. Aquí
no se trata de justificar ni lo uno ni lo otro, sencillamente relatar los
hechos tal cual.
Lo que se llegó a
llamar “Sevilla la roja”, se agravó en la etapa del frente popular. Es una
larga serie de muertes violentas, atentados, atracos y todo tipo de
alteraciones de la convivencia ciudadana, sencillamente, no había autoridad ni
respeto por la vida y la hacienda de las personas, por muchas que quieran
ocultarlo o saltárselo que se intensificó durante la “Primavera trágica” (desde
Febrero a Julio del 36) bajo el dominio del frente popular. Las primeras
grandes tragedias por orden cronológico, se produjeron en Arahal, Morón y
Utrera, durante los días 22, 25 y 26 de Julio del 36, el número de muertes y la
forma horrorosa en la que se produjeron, la importancia de los pueblos y su
cercanía a la capital, fueron circunstancias que influyeron negativamente en la
opinión pública. Los periódicos, único medio masivo de la época, se leía en
grupos en las tabernas. En Morón, el mismo día 18 de Julio, se fueron agrupando
las milicias del frente popular encarcelando a personas de derechas o
salesianos. El día 20 fueron saqueados e incendiados cinco edificios
religiosos, como otros edificios públicos y particulares.
Veamos que dice el
cronista de Morón: En las semanas precedentes a la sublevación, algunos
ciudadanos están en ascuas ante el cariz que van tomando los acontecimientos,
de los 20.000 habitantes que tiene Morón, un 10 % está sensibilizado en
ideologías políticas en dos bloques antagónicos, derechas e izquierdas.
Esta última compuesta
por el partido republicano (socialistas y radicales) a los que se une el PCE,
que en Morón son unos 150 afiliados, y los anarquistas (CNT), este sí, bastante
numeroso. Este bloque que forma el frente popular es apoyado por las masas que
se agrupan en la UGT, donde están asociados principalmente los artesanos u
obreros especializados. La CNT nutrida por personal del campo y por la FAI, que
son los más radicales y tutelan las llamadas Juventudes Libertarias.
Acción Popular (AP),
queda constituida por monárquicos (conservadores y liberales) y la Democracia
Cristiana, a la que se suma núcleos patronales y agrarios, no tan a la derecha
como Falange.
La incomprensión entre
patronos y obreros recrudecidas, la desconfianza entre los mismos trabajadores,
bien por diferencias ideológicas, bien por discrepancia de acción, y la
obstinación de grupos, hicieron tal estado de tensión aquel verano del 36 en el
que cada vez se veía más lejos la Paz, la comprensión y el orden,
imprescindibles para la estabilidad.
Para no alargarnos,
puesto que esto es un artículo, continuaremos la semana que viene….
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