domingo, 17 de junio de 2012

DESMEMORIA Y OLVIDO…


No queda más remedio que seguir hablando. Me parece muy bien que quiten medallas a Franco, pero considerar merecedor de una estatua a Largo Caballero, creador de la Revolución Asturiana del 34, contra su propia república, y en la que murieron más de un millar de personas, es tomarle el pelo al personal.

La gente tiene derecho a buscar a sus desaparecidos, pero no utilizar esto sectariamente ni con demagogia barata.

La izquierda niega o relativiza su parte de represión, o se limita a afirmar que eran cosas de la guerra, provocadas por el alzamiento de los franquistas. Es evidente que hubo un alzamiento, pero antes hubo una represión republicana desde el comienzo mismo de ésta; MÁS DETALLES VER BLOG.

Lerroux decía: las pretensiones obreras se extralimitan y son peligrosas. Gil Robles: irán en aumento hasta negar la propiedad privada, atentando a todos los fundamentos sociales del  derecho.

Si no nos anclamos en mixtificaciones y perjuicios ideológicos y aunque suene duro, todo un cúmulo de cosas que pasaron en la república fue lo que nos trajo a Franco. Y digo más, la opinión internacional acepto un papel en la farsa de fingir la existencia de un estado civilizado y normal, cuando en realidad desde el 16 de Febrero del 36, vivíamos en plena anarquía, bajo el imperio de una monstruosa subversión de todos los valores morales… no nos olvidemos que el País estuvo en estado de alarma, y la Ley de defensa de la República se convirtió en elemento de persecución contra todos aquellos que no tenían las mismas ideas políticas o no que los elementos componentes del frente popular.

He leído Consumatum est. El grupo político AMA titula su artículo de memoria histórica  Ley, Historia, Justicia. Vallamos a ello. ¿Qué pasaba en Sevilla y su provincia? Veremos lo que dicen otras fuentes. Aquí no se trata de justificar ni lo uno ni lo otro, sencillamente relatar los hechos tal cual.

Lo que se llegó a llamar “Sevilla la roja”, se agravó en la etapa del frente popular. Es una larga serie de muertes violentas, atentados, atracos y todo tipo de alteraciones de la convivencia ciudadana, sencillamente, no había autoridad ni respeto por la vida y la hacienda de las personas, por muchas que quieran ocultarlo o saltárselo que se intensificó durante la “Primavera trágica” (desde Febrero a Julio del 36) bajo el dominio del frente popular. Las primeras grandes tragedias por orden cronológico, se produjeron en Arahal, Morón y Utrera, durante los días 22, 25 y 26 de Julio del 36, el número de muertes y la forma horrorosa en la que se produjeron, la importancia de los pueblos y su cercanía a la capital, fueron circunstancias que influyeron negativamente en la opinión pública. Los periódicos, único medio masivo de la época, se leía en grupos en las tabernas. En Morón, el mismo día 18 de Julio, se fueron agrupando las milicias del frente popular encarcelando a personas de derechas o salesianos. El día 20 fueron saqueados e incendiados cinco edificios religiosos, como otros edificios públicos y particulares.

Veamos que dice el cronista de Morón: En las semanas precedentes a la sublevación, algunos ciudadanos están en ascuas ante el cariz que van tomando los acontecimientos, de los 20.000 habitantes que tiene Morón, un 10 % está sensibilizado en ideologías políticas en dos bloques antagónicos, derechas e izquierdas.

Esta última compuesta por el partido republicano (socialistas y radicales) a los que se une el PCE, que en Morón son unos 150 afiliados, y los anarquistas (CNT), este sí, bastante numeroso. Este bloque que forma el frente popular es apoyado por las masas que se agrupan en la UGT, donde están asociados principalmente los artesanos u obreros especializados. La CNT nutrida por personal del campo y por la FAI, que son los más radicales y tutelan las llamadas Juventudes Libertarias.

Acción Popular (AP), queda constituida por monárquicos (conservadores y liberales) y la Democracia Cristiana, a la que se suma núcleos patronales y agrarios, no tan a la derecha como Falange.

La incomprensión entre patronos y obreros recrudecidas, la desconfianza entre los mismos trabajadores, bien por diferencias ideológicas, bien por discrepancia de acción, y la obstinación de grupos, hicieron tal estado de tensión aquel verano del 36 en el que cada vez se veía más lejos la Paz, la comprensión y el orden, imprescindibles para la estabilidad.

Para no alargarnos, puesto que esto es un artículo, continuaremos la semana que viene….

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