domingo, 12 de febrero de 2012

ALDEBARAN 24

EDITORIAL DE “EL PAÍS” 1977.



J. Cabeza.

Publicado el día de la aprobación de la ley de amnistía el 15 de Octubre del  77: ”Amnistía al fin, es un acto excepcional, justificado por la razón de estado y por la necesidad de hacer borrón y cuenta nueva de acontecimientos tan cruentos y dolorosos para un pueblo, como es una guerra civil y una larga dictadura.

En la España democrática debe desde ahora mirar hacia delante, olvidar las responsabilidades y los hechos de la guerra civil, hacer abstracción de los cuarenta años de dictadura. La mirada hacia el pasado sólo debe tener como propósito la reflexión sobre las causas de la catástrofe y la forma de impedir su repetición. Un pueblo no puede ni debe carecer de memoria, pero esta debe servirle para alimentar proyectos pacíficos de convivencia hacia el futuro y no para nutrir rencores del pasado”.

Que pronto olvidó El País el espíritu de concordia de la transición, luego, ha sido correa de transmisión del poder del PSOE y éste, olvidando aquella transición, ha revivido viejos rencores con fines electoralistas siendo una postura bastante negativa. La coherencia es algo que falta mucho por nuestra tierra en general, y por las filas llamadas así mismas progresistas en particular.

Azaña pidió piedad y perdón a la hora de su muerte, nunca he oído o visto escrito alguno de los intelectuales o progresistas instando a que también la izquierda pida perdón, ni siquiera reconoce también los crímenes cometidos por ellas, tampoco por el golpe de estado revolucionario de Octubre de 1934 con más de tres mil muertos y cientos de asesinatos, a manos de los sindicatos de izquierdas. Tampoco hablan nunca de la terrible represión de anarquistas, ni les interesa esclarecer la terrible tortura y asesinato del líder anarquista Nin y el POUM a manos de los comunistas, pregunten a Carrillo: ¿cuántas fosas comunes habrá de los miles de anarquistas que se cargaron? Éstas no les interesa abrirlas.

En Alcalá de Henares se abrieron unas fosas y ¡sorpresa! Eran asesinados de los republicanos y se creía que entre ellos estaba Nin. ¡Sorpresa! Garzón manda tapar la fosa.

En  otra que se creía que era asesinatos franquistas, ¡sorpresa! Eran montones de camisas azules, decisión, volver a taparla.

Tampoco mencionan los más de seis mil asesinatos de religiosos, sólo mencionan que la Iglesia se posicionó al lado de Franco; yo me  pregunto: ¿es que se iban a poner del lado de los que los perseguían y asesinaban buscando su exterminio? Con esto, sólo pretendo, que si queremos recordar hagamos todos memoria. Carrillo goza de una excelente.

En Colombres, dónde la impotencia de la derrota asesinó en Agosto de 1937 a 107 guardias y militares, procedentes del cuartel de Gijón y que los rojos (por utilizar el término de la época) habían arrastrado como prisioneros de guerra. A ninguno se le aplicó el estatuto internacional de prisioneros de guerra. Curiosamente, todos habían luchado bajo la bandera republicana. En la lápida puede leerse: a los 107 españoles que inmoló el comunismo en este lugar de la Francia (Agosto 1937).

En 1988 la Asociación Victimas de Paracuellos presentó una querella en la Audiencia Nacional contra Carrillo, Garzón la desestimó y tachó a los querellantes de obrar de mala fe, desestimó más de cuatro mil personas ejecutadas sin juicio, se negó a investigar estas matanzas de Paracuellos argumentando que no había delito contra altos organismos de la nación. ¿Qué son las decenas de magistrados, diputados, concejales o generales? El listado no deja lugar a dudas. Garzón prefirió las víctimas del franquismo.

La cárcel Modelo de Madrid fue otro sangriento escenario de ejecuciones también sin juicio y de altos cargos de la nación. Y Garzón tampoco los investigó.

Tras la apertura de los archivos de la antigua URSS, quedó claro lo que muchos historiadores sabían; Carrillo dio la orden de asesinar a los detenidos.

Ésta es la actitud de Garzón en su cruzada, encausó a Pinochet, pero no aceptó otras acusaciones formuladas ante la Audiencia Nacional, abusos de Obiant o Fidel Castro. Y por supuesto tampoco de Carrillo.

Los cristianos en Vietnam son víctimas de las autoridades comunistas, han atacado treinta dos pueblos para someterlos al pensamiento del partido. Llevan décadas acosados y perseguidos por el régimen comunista vietnamita, miles han abandonado el país. Aunque parezca mentira Vietnam pertenece a las Naciones Unidas

Los que ensalzan a Garzón apoyan a dictaduras sangrientas, no es extraño que desprecien las garantías constitucionales, que el juez ha pisoteado. El juicio empezó con intimidación al tribunal que le debe juzgar, con la presencia a las puertas de los políticos de clara extrema izquierda y activistas de la memoria histórica. No quieren justicia, sólo les molesta que se exija rigor jurídico a los funcionarios que instruyen causas como las que ellos pretenden legitimar, el pasado tenebroso de la izquierda.

Garzón se negó a investigar a Carrillo, que está vivo, y según su perversa noción de la Justicia  dijo: que estaba bajo la amnistía de la transición. ¿En qué quedamos? ¿La amnistía vale para todos o sólo para quien él interprete?

Esta izquierda radical es heredera del absolutismo, su lema podría ser: la democracia soy yo; se ha apropiado ilegitímenme de la democracia, cierto que lo hace con el consentimiento de la derecha política y cultural. De este modo, la democracia deja de ser lo que es, soberanía popular, gobierno limitado, división de poderes, derechos y libertades, etc… para convertirse en hegemonía. La democracia es la izquierda. Sólo la izquierda es democrática.

¡Ya te digo! Mucho de esto ocurrió en la II República y así acabó.

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