domingo, 14 de abril de 2013

JUMENTOS…. J. Cabeza

La realidad, mejor bizcocharla con un chiste del genial Mingote hecho poco antes de morir en 2011, en que un paseante comentaba a otro: “No sabe usted la de gente que está esperando a que el PP gane al PSOE para lanzarse a las calles a protestar contra las políticas del PSOE, pero ante los gobernantes del PP”… Ver para creer (Mingote no pudo verlo). 

Lo del izquierdismo patrio está alcanzando niveles delirantes…Un Griñán presidente de una junta de gobierno”boliviana” al grito de “que lo expropien”. A Inmobiliarias y constructoras con pisos vacios (que con la crisis no pueden vender), a los que multara por ello con 9.000 euros, aparte de subirle el 50% de IBI. A los Bancos, a los cuales la Junta de A. les adeuda 500 millones en deuda vencida. Donde trincaron dietas millonarias los políticos andaluces, sindicatos, y como no, su consejera de gobierno y Ministra de vivienda, Elena Cortes. 

Desempolvan el Largo caballerismo por ver si engañan ya a alguien…Pero la gente todavía no se ha dado cuenta de cómo funciona esto…a la larga la jugada será: no te expropio los pisos… si me condonas la deuda …este es el lodazal donde nos hacen vivir 

No hay más remedio que insistir, el drama de los desahucios no es de ahora, en el último año de los socialistas, se ejecutaron 70.000 casos de desalojos, y 160.000 familias en fase de ejecución de hipoteca. La mitad de los españoles eran pobres o muy pobres, oleadas de indigentes como la clase media, acudían a los comedores de Caritas. 

Miles de millones pagaron a los sindicatos para que las calles no se incendiaran, (como sigue haciendo la Junta de A) para que estos sindicatos frenaran la inquietud obrera, la factura sobrepasa los 1.500 millones y “ya lo creo que lograron su objetivo”. Los liberados callaron sumisos. Los de IU se envainaron la dignidad. La Colau estaba a sus subvenciones y no hacia acoso a quienes le pagaban. 

Según “los ovarios” de la juez Alaya, los “sobornos directos” a los sindicatos superaron los 6,5 millones de euros. 

A sovietización de Andalucia: me suena lo del decreto ley, “populismo carroñero”. Es el clásico señuelo. La autentica “bomba” del decreto son las multas a las inmobiliarias y bancos, la junta ha hecho las cuentas de la lechera y no ha dedicado ni un momento a las consecuencias: a un promotor, ahora le interesa dejar la obra sin terminar (por lo que dejara de dar trabajo). Cualquier empresario que proyectara un edificio, lo dejara para más adelante, cuando Griñán y sus compinches abandonen la junta o apaguen el fuego de las políticas de “chándal boliviano”... El resultado es que fontaneros, carpinteros, electricistas etc, no tendrán trabajo. La junta en manos de su “marca blanca” han dado con la solución para cancelar su malversación de dinero público que debe a los bancos…los multo y voy cancelando deuda. 

Esta demagogia propia de jumentos, nos costara caro…al tiempo. Dejaran de invertir en Andalucia porque lo de esta tierra es una carrera hacia el vacio absoluto. El decreto ley busca el titular. Tal decreto está destinado a personas con riesgo de exclusión social y estas ya están protegidas por la norma del gobierno central de anti desahucio. 

Los criterios que utiliza la junta para considerar a una familia en riesgo, son exactamente los mismo que los del gobierno central para toda España. 

¿Qué añade la junta a las medidas del gobierno central? Nada. Y esto, sin necesidad de expropiación forzosa por la cual, hay que pagar un justiprecio. Y por supuesto, antes de utilizar este tema como titular populista carroñero podía haber utilizado sus propias viviendas vacías. “Trilerismo andaluz” simplemente. Si, estos son los Jumentos que tenemos..¡¡¡Queréis abrir los ojos de una vez¡¡¡. 

Elena Cortés (comunista de IU) voto en contra de la propuesta del PP en el parlamento andaluz de poner a disposición de los desahuciados las viviendas vacía de la Junta, y ahora salen, PSOE-IU con el decreto-ley. ¡Si señor¡ ¡exprópiese¡…¡vamos a terminar con la corrupción… la vamos a legalizar…¡ 

Por cierto, ¿cuándo expropiaran a la Junta de A. por pendencieros, alborotadores, según la jueza ladrones, por fracaso continuado (35 años, que paciencia), por delito continuado de Omisión etc, etc.? 

OS DEJO EN BLOG LA SEGUNDA PARTE DEL LIBRO LA REBELION EN LA GRANJA. Viene muy bien para el comunismo andaluz.

II PARTE DEL LIBRO REBELIÓN EN LA GRANJA

Capítulo V 

El invierno se aproximaba, Mollie se volvió más y más fastidiosa. Llegaba tarde al trabajo, quejándose, aun cuando su apetito era excelente había rumores de algo más serio. Clover la llamó. Esta mañana te vi mirando por encima del cerco que separa a Granja Animal de Foxwood. Uno de los hombres del señor Pilkington estaba parado al otro lado del cerco. Escondida bajo la paja había de terrones de azúcar y cintas de distintos colores. Tres días después Mollie desapareció. Durante varias semanas no se supo nada respecto a su paradero; luego la habían visto al otro lado de Willingdon. Ninguno de los animales volvió a mencionar a Mollie. 

En enero hizo muy mal tiempo. Se realizaron muchas reuniones en el granero; los cerdos se ocuparon en formular planes para la temporada siguiente. Se llegó a aceptar que los cerdos, que eran manifiestamente más inteligentes que los demás animales, resolverían todas las cuestiones referentes al manejo de la granja, aunque sus decisiones debían ser ratificadas por mayoría de votos. Este arreglo habría andado bastante bien a no ser por las discusiones entre Snowball y Napoleón, estaban siempre en desacuerdo en cada punto donde era posible que hubiera discrepancia. Si uno de ellos sugería sembrar un mayor número de hectáreas con cebada, con toda seguridad que el otro iba a exigir un mayor número de hectáreas con avena. Cada uno tenía sus partidarios y se registraron debates violentos. En las reuniones Snowball a menudo convencía a la mayoría por sus discursos brillantes, pero Napoleón era superior para obtener apoyo fuera de las sesiones. 

Napoleón no presentó ningún plan propio, pero decía tranquilamente que los de Snowball quedarían en nada, y parecía aguardar algo. Pero de todas sus controversias, ninguna fue tan enconada como la que tuvo lugar con respecto al molino de viento, había una pequeña loma, Snowball declaró que ése era el lugar indicado para un molino de viento. Todos iban a mirar los planos de Snowball. Únicamente Napoleón se mantenía a distancia, se había declarado en contra desde el principio. Un día, sin embargo, llegó en forma inesperada para examinar los planos, repentinamente, levantó la pata, hizo aguas sobre los planos y se alejó sin decir palabra. 

Toda la granja estaba muy dividida en el asunto del molino de viento. Snowball no negaba que construir significaría un trabajo difícil, declaró, se ahorraría tanto trabajo que los animales sólo tendrían que laborar tres días por semana. Napoleón, por el contrario, sostenía que la gran necesidad del momento era aumentar la producción de comestibles, y que si perdían el tiempo con el molino de viento se morirían todos de hambre. Los animales se agruparon en dos facciones bajo los lemas: "Vote por Snowball y la semana de tres días" y "Vote por Napoleón y el pesebre lleno". Benjamín era el único animal que no se alistó en ninguna de las dos facciones. Se negó a creer que habría más abundancia de comida o que el molino de viento ahorraría trabajo. "Con molino o sin molino, dijo, la vida seguiría como siempre lo fue, es decir, un desastre.” 

Aparte de las discusiones referentes al molino, estaba la cuestión de la defensa de la granja, aunque los seres humanos habían sido derrotados podrían hacer otra tentativa, más resuelta que la anterior, para volver a capturar la granja y restablecer al señor Jones. Tenían aún más motivo para hacerlo, pues la noticia de la derrota se difundió por los alrededores y había puesto a los animales más revoltosos que nunca. Como de costumbre, Snowball y Napoleón estaban en desacuerdo. Según Napoleón, lo que debían hacer era procurar de armas de fuego. Snowball opinaba que debían fomentar la rebelión entre los animales de las otras granjas. 

Uno argumentaba que si no podían defenderse estaban destinados a ser conquistados; el otro argüía que si había rebeliones en todas partes no tendrían necesidad de defenderse. Los animales escuchaban primeramente a Napoleón, luego a Snowball, y no podían decidir quién tenía razón; a decir verdad, siempre estaban de acuerdo con el que les estaba hablando en ese momento. 

Al fin llegó el día en que Snowball completó sus planos. En la Reunión se iba a poner a votación si se comenzaba o no a construir el molino de viento Napoleón dijo que el molino era una tontería y él aconsejaba que nadie lo votara. Ante esto Snowball se puso de pie, y gritando para poder ser oído en un momento la elocuencia de Snowball los había seducido. Con frases ardientes les pintó un cuadro de cómo podría ser Granja Animal cuando la electricidad, dijo, podría mover las trilladoras, los arados, las segadoras y las atadoras, además de suministrar a cada establo su propia luz eléctrica. Cuando dejó de hablar, no quedaba duda sobre el resultado de la votación. Pero justo en ese momento se levantó Napoleón y echando una extraña mirada hacia Snowball, emitió un chillido agudo. Acto seguido se escuchó afuera un terrible ladrido y nueve enormes perros, que llevaban puestos unos collares armados con clavos, entraron corriendo al granero. Se lanzaron directamente hacia Snowball, quien saltó justo a tiempo para eludir sus feroces colmillos. Asombrados y asustados para hablar, todos los animales se agolparon en la puerta para observar la persecución. Snowball iba a toda carrera a través de la pradera a la carretera. Corría como sólo puede hacerlo un cerdo, pero los perros le pisaban los talones, logró meterse por un agujero en el cerco y no se le vio más. 

Silenciosos y aterrorizados, los animales volvieron al granero. También los perros regresaron dando brincos. Al principio nadie podía imaginarse de dónde provenían esas bestias, pero el problema fue aclarado enseguida; eran los Cachorros que Napoleón había quitado a sus madres y criara en privado. 

Aunque no estaban completamente desarrollados todavía, eran perros inmensos y fieros como lobos. No se alejaban de Napoleón. Se observó que le meneaban la cola como los otros perros acostumbraban hacerlo con el señor Jones. 

Napoleón, con los canes tras él, subió a la plataforma donde anteriormente estuvo Mayor. Anunció que desde ese momento se habían terminado las reuniones de los domingos. En lo futuro todas las cuestiones relacionadas con el manejo de la granja serían resueltas por una comisión especial de cerdos, presidida por él. Estos se reunirían en privado y luego comunicarían sus decisiones a los demás, no habría más debates. 

Si la expulsión de Snowball les produjo una gran impresión, este anuncio consternó a los animales. Algunos de ellos habrían protestado de encontrar los argumentos apropiados. Hasta Boxer estaba un poco aturdido. Algunos de los cerdos jóvenes emitieron agudos gritos de desaprobación, y todos ellos se pararon de golpe y comenzaron a hablar al mismo tiempo. Pero, repentina-mente, los perros que estaban sentados alrededor de Napoleón dejaron oír unos profundos gruñidos amenazadores y los cerdos se callaron, volviéndose a sentar. Entonces las ovejas irrumpieron con un tremendo balido de “¡Cuatro patas sí, dos pies no!” y puso fin a cualquier intento de discusión. 

Luego Squealer fue enviado por toda la granja para explicar la nueva disposición a los demás. Camaradas, dijo, espero que todos los animales presentes se darán cuenta y apreciarán el sacrificio que ha hecho el camarada Napoleón al tomar este trabajo adicional sobre sí mismo. ¡No se crean, camaradas, que ser jefe es un placer! Por el contrario, es una honda y pesada responsabilidad. Nadie estima más firmemente que el camarada Napoleón el principio de que todos los animales son iguales. 

Estaría muy contento de dejarles tomar sus propias determinaciones. Pero algunas veces podrían ustedes adoptar decisiones equivocadas, camaradas, ¿y dónde estaríamos entonces nosotros? Supónganse que ustedes se hubieran decidido seguir a Snowball, con sus disparatados molinos; Snowball, que, como sabemos ahora, no era más que un criminal.... La lealtad y la obediencia son más importantes. ¡Disciplina, camaradas, disciplina férrea! 

Esa es la consigna para hoy. Un paso en falso, y nuestros enemigos estarían sobre nosotros. Seguramente, camaradas, que ustedes no desean el retorno de Jones. Boxer, que había tenido tiempo de coordinar sus ideas, expresó la opinión general diciendo: "Si el camarada Napoleón lo dice, debe estar bien." Y desde ese momento adoptó la consigna: "Napoleón siempre tiene razón", además de su lema particular: “Trabajaré más fuerte”. 

Todos los domingos, los animales se reunían en el granero a fin de recibir las órdenes para la semana. 

El cráneo del Viejo Mayor, ya sin rastros de carne, había sido desenterrado de la huerta y colocado sobre un poste. Después de izar la bandera, los animales debían desfilar en forma reverente al lado del cráneo antes de entrar al granero. Ahora no se sentaban todos juntos, como acostumbraban. Napoleón, con Squealer y otro cerdo llamado Mínimus, se sentaban sobre la plataforma, con los nueve perros formando un semicírculo alrededor, y los otros cerdos sentados tras ellos. Los demás animales se colocaron enfrente, Napoleón les leía las órdenes para la semana en un estilo militar, y después de cantar una sola vez Bestias de Inglaterra, todos los animales se dispersaban 

El tercer domingo después de la expulsión de Snowball, los animales se sorprendieron un poco al oír a Napoleón anunciar que, después de todo, el molino de viento sería construido. No dio ninguna explicación por haber cambiado de parecer, pero simplemente advirtió a los animales que esa tarea adicional significaría un trabajo muy duro; tal vez sería necesario reducir sus raciones. Esa noche, Squealer les explicó privadamente a los otros animales que en realidad Napoleón nunca había estado en contra del molino, y el plano que dibujara Snowball, fue robado de los papeles de Napoleón. El molino era realmente creación de Napoleón. "¿Por qué entonces, preguntó alguien, se mostró él tan en contra?" Squealer puso cara astuta, fue sagacidad del camarada Napoleón. Él había aparentado oponerse como maniobra para deshacerse de Snowball, que era peligroso y de mala influencia. Ahora que Snowball había sido eliminado, el plan podía llevarse adelante sin su interferencia. “Eso, se llama táctica.” Repitió varias veces "¡Táctica, camaradas, táctica. Squealer habló tan persuasivamente y los tres perros gruñeron en forma tan amenazante, que aceptaron su explicación sin más preguntas. 








Capítulo VI 

Durante todo ese año los animales trabajaron como esclavos, felices en su tarea; no escatimaron esfuerzo o sacrificio, era para su propio beneficio y para los de su especie que vendrían después, y no para unos cuantos seres humanos rapaces y haraganes. Toda la primavera verano trabajaron sesenta horas por semana, y en agosto Napoleón anunció que también tendrían que trabajar los domingos por la tarde. Ese trabajo era estrictamente voluntario, pero el animal que no concurriera vería reducida su ración a la mitad. Aun así, fue necesario dejar varias tareas sin hacer. La cosecha fue algo menos abundante que el año anterior. Era fácil prever que el invierno siguiente sería duro.. Si no disponían de más comida de la que habían dispuesto en el tiempo de Jones, de todas maneras no tenían menos. La ventaja de alimentarse a sí mismos y no tener que mantener también a cinco extravagantes seres humanos, era tan grande, que se habría necesitado numerosos fracasos para sobrepasarla. Y, además, dado que ningún animal robaba, no fue necesario hacer alambradas para separar los campos de pastoreo de la tierra. Sin embargo, a medida que avanzaba el verano, se empezó a sentir la escasez imprevista de varias cosas. Había necesidad de aceite, parafina, clavos, bizcochos para los perros y hierro para las herraduras de los caballos, nada de lo cual se podía producir en la granja. Más adelante también habría necesidad de semillas y abonos artificiales, además de varias herramientas y, finalmente, la maquinaria para el molino de viento. Ninguno podía imaginar cómo se iban a obtener esos artículos. 

Un domingo, cuando los animales se reunieron para recibir órdenes, Napoleón anunció que había decidido adoptar un nuevo sistema. En adelante, Granja Animal iba a negociar con las granjas vecinas; y no, por supuesto, con un propósito comercial, sino simplemente con el fin de obtener ciertos materiales que hacían falta con urgencia. "Las necesidades del molino figuran por encima de todo lo demás", afirmó. En consecuencia estaba tomando las medidas necesarias para vender una parva de heno y parte de la cosecha de trigo de ese año, y más adelante, si necesitaban más dinero, tendrían que obtenerlo mediante la venta de huevos, para los cuales siempre había compradores en Willingdon. "Las gallinas, dijo Napoleón, debían recibir con agrado este sacrificio como aporte especial a la construcción del molino". 

Nuevamente los animales se sintieron presa de una vaga inquietud. "Jamás tener trato alguno con los seres humanos; nunca dedicarse a comerciar; nunca usar dinero", ¿no fueron ésas las primeras resoluciones adoptadas en aquella reunión triunfal, después de haber expulsado a Jones? Todos los animales recordaron haber aprobado tales resoluciones. Los cuatro jóvenes cerdos que habían protestado cuando Napoleón abolió las reuniones, levantaron sus voces tímidamente, pero fueron silenciados inmediatamente con un tremendo gruñido de los perros. Entonces, como de costumbre, las ovejas irrumpieron con su "¡Cuatro patas sí, dos pies no!" y la turbación momentánea fue allanada. Finalmente, Napoleón anunció que ya había decidido todos los arreglos. No habría necesidad de que ninguno de los animales entrara en contacto con los seres humanos, lo que sería altamente indeseable. Tenía la intención de tomar todo el peso sobre sus propios hombros. Un tal señor Whymper, un comisionista que vivía en Willingdon, había accedido a actuar de intermediario entre Granja Animal y el mundo exterior, Napoleón finalizó su discurso con su grito acostumbrado de "¡Viva la Granja Animal!", y después de cantar Bestias de Inglaterra, despidió a los animales. 

Luego Squealer dio una vuelta por la granja y tranquilizó a los animales. Les aseguró que la resolución prohibiendo comerciar usando dinero nunca había sido aprobada, ni siquiera sugerida. Era pura imaginación, probablemente atribuible a mentiras difundidas por Snowball. Algunos animales aún tenían cierta duda, pero Squealer les preguntó astutamente: "¿Están seguros de que eso no es algo que han soñado, camaradas? ¿Tienen constancia de tal resolución? ¿Está anotada en alguna parte?" Y puesto que nada de eso existía por escrito, los animales quedaron convencidos de que estaban equivocados. 

Todos los lunes el señor Whymper visitaba la granja como se había convenido. Comisionista en pequeña escala, pero listo como para darse cuenta, antes que cualquier otro, que Granja Animal iba a necesitar un corredor y que las comisiones valdrían la pena. Los animales observaban su ir y venir con cierto temor, y lo eludían en todo lo posible. Sin embargo, la escena de Napoleón, dándole órdenes a Whymper, despertó su orgullo y los reconcilió en parte con la nueva situación. Sus relaciones con la raza humana no eran como habían sido antes. Los seres humanos, por su parte, no odiaban menos a Granja Animal ahora que estaba prosperando; al contrario, la odiaban más que nunca. Cada ser humano tenía por seguro que, tarde o temprano, la granja iba a declararse en quiebra, y sobre todo, que el molino de viento sería un fracaso. Sin embargo, contra sus deseos, llegaron a tener cierto respeto por la eficacia con que los animales estaban administrando sus propios asuntos. También desistieron de apoyar a Jones, el cual había perdido las esperanzas de recuperar su granja y se fue a vivir a otro lugar del condado. 

Exceptuando a Whymper, aún no existía contacto alguno entre Granja Animal y el mundo exterior, pero circulaban rumores de que Napoleón iba a celebrar un convenio comercial con el señor Pilkington, o con el señor Frederick; pero nunca se hacía notar con los dos simultáneamente. 

Fue en esa época cuando los cerdos, repentinamente, se mudaron a la casa de la granja y establecieron allí su residencia. Otra vez los animales creyeron recordar que se había aprobado una resolución contra eso en los primeros tiempos, y de nuevo Squealer pudo convencerlos de que no era así. Resultaba necesario, dijo él, que los cerdos, que eran el cerebro de la granja, contaran con un lugar tranquilo para trabajar. También era más apropiado para la dignidad del líder ( había comenzado a referirse a Napoleón con el título de "líder") que viviera en una casa en vez de un simple chiquero, algunos animales se molestaron al saber que los cerdos comían en la cocina, usaban la sala y dormían en las camas. Boxer lo pasó por alto, como de costumbre, con un “¡Napoleón siempre tiene razón!”, pero Clover, que creyó recordar una disposición definida contra las camas, fue hasta el extremo del granero e intentó descifrar los Siete Mandamientos, allí inscritos. Pero al comprobar que sólo podía leer las letras individualmente, trajo a Muriel, le dijo, léeme el Cuarto Mandamiento. ¿No dice algo respecto a no dormir nunca en una cama? 

Muriel lo deletreó. Dice: Ningún animal dormirá en una cama “con sabanas”, Clover no recordaba que el Cuarto Mandamiento mencionara sábanas; pero como figuraba en la pared, debía haber sido así. Y Squealer, que pasaba en ese momento , acompañado de dos o tres perros, habéis oído, camaradas, que nosotros los cerdos dormimos ahora en las camas de la casa. ¿Y por qué no? La resolución fue contra las sábanas, que son un invento de los seres humanos. Hemos quitado las sábanas y dormimos entre mantas. Camaradas, considerando todo el trabajo cerebral que tenemos hoy en día. No querréis privarnos de nuestro reposo, ¿verdad, camaradas? Sin duda, ninguno de ustedes deseará que vuelva Jones. Respecto a ese punto no se habló más, los puercos dormían en las camas de la casa. Días después, se anunció que en adelante los cerdos se levantarían por la mañana una hora más tarde que los demás animales, tampoco hubo queja alguna al respecto. 

Llegó el otoño, los animales estaban cansados, pero contentos. Habían tenido un año duro y después de la venta de parte del heno y del maíz, las provisiones de víveres no fueron tan abundantes, pero el molino lo compensó todo. Estaba ya semiconstruido. Únicamente el viejo Benjamín se negaba a entusiasmarse con el molino, como de costumbre, insistía en su enigmática afirmación de que los burros vivían mucho tiempo. 

Llegó noviembre, con sus furiosos vientos del sudoeste, una noche en que el ventarrón fue tan violento que los edificios de la granja se mecieron sobre sus cimientos y un cuadro terrible saltaba a la vista. El molino estaba en ruina todos sus esfuerzos, arrasado hasta sus cimientos. Napoleón andaba de un lado a otro en silencio, se paró como si hubiera tomado una decisión. Camaradas, ¿sabéis quién es responsable de esto? ¿Sabéis quién es el enemigo que ha venido durante la noche y echado abajo nuestro molino? ¡Snowball! rugió con voz de trueno. ¡Snowball ha hecho esto! Creyendo que iba a arruinar nuestros planes y vengarse por su expulsión, ese traidor se arrastró hasta aquí y ha destruido nuestro trabajo de casi un año. Camaradas, en este momento y lugar yo sentencio a muerte a Snowball. Recompensaré al animal que lo traiga muerto. Los animales quedaron horrorizados al comprobar que Snowball pudiera ser culpable de tamaña acción. Hubo un grito de indignación y todos comenzaron a idear la manera de atrapar a Snowball, si alguna vez llegaba a volver. Casi inmediatamente se descubrieron las pisadas de un cerdo en el pasto pudieron seguirse algunos metros, pero parecían llevar hacia un agujero en el cerco. Napoleón las olió bien y declaró que eran de Snowball. 

¡No hay más tiempo que perder, camaradas!, gritó Napoleón una vez examinadas las huellas. Hay trabajo que realizar. Esta misma mañana comenzaremos a rehabilitar el molino y lo reconstruiremos durante todo el invierno, con lluvia o buen tiempo. Le enseñaremos a ese miserable traidor que él no puede deshacer nuestro trabajo tan fácilmente. Recordad, camaradas, no debe haber ninguna alteración en nuestros planes, los que serán cumplidos. ¡Adelante, camaradas! ¡Viva el molino de viento! 

¡Viva Granja Animal!

CONTINUARÁ.....................................................

lunes, 8 de abril de 2013

REBELION EN LA GRANJA. J. Cabeza.

Es el titulo de un libro de George Orwell que leí hace tiempo (os dejo resumen en blog) es muy ilustrativo y ameno. (Mas con la rebelión que tenemos encima). 


Entremos en materia, hay titulares de prensa que no dejan de sorprender: El “piquetero” Vázquez, elegido nuevo secretario provincial del PCE. El ala radical estará al frente de la dirección de los sevillanos. 

¿Vázquez? ...busco por las carpetas y… ¡zas¡ concejal de economía en el Ayuntamiento de Sevilla gobernando PSOE-IU. Junto a Torrijos y Monteseirín, dejaron un tufo de 700 millones, (algunas de sus andanzas están hace tiempo en blog con el epígrafe Alto Voltaje). 

Los jueces investigan blanqueo de capitales en la fundación DeSevilla que gestionaba IU, (mano a mano Torrijos y Vázquez), hablamos de unos 1.000 millones, que el juez investiga, como las cuentas del tal Vázquez… desviaron millones, de dinero público, a proyectos al comunismo en Cuba, Nicaragua, Colombia etc,( más de un millón de euros que no se sabe dónde está). Según la policía, Vázquez está relacionado con el fraude de la fundación DeSevilla junto a Torrijos. (IU a su paso por el Ayuntamiento hicieron también su cortijillo) por lo que tanto PSOE –IU se tapan mutuamente, “a esto llaman ellos defender lo público”. Dejaron el Ayuntamiento en la más absoluta ruina, el dinero salía para estos países y ahora no tenemos ni para pagar a proveedores ni servicios sociales de competencias de la junta. 

Otro caso de gobierno de IU lo tenemos en el Ayuntamiento de Manilva. Valderas lo llamo “ejemplar”, veamos: altísimo nivel de enchufismo por la alcaldesa comunista, hija, tíos, primos, hermanos y toda la lista de IU, hasta mas de 70 enchufados y nominas millonarias. Ya en 2011 fue denunciada por ello. Imputada por delito contra la Administración Publica, también investigan facturas por valor de 670.000 euros pagados a empresas de la alcaldesa, marido e hijo…esto solo es pequeños ejemplos de cómo gobierna IU cuando toca cachito de poder. 

Muchos, yo incluida nos preguntamos ¿donde esta en Andalucia la inversión de nuestro dinero publico? Fácil es la respuesta, en los bolsillos de una panda de sinvergüenzas, si lo hubieran empleado en hacer colegios, carreteras, hospitales tendríamos aparte de mejores servicios sociales, menos parados. 

Pues bien con PSOE-IU gobernando la Junta, y el ala mas radical de IU al frente, ya sabemos y sufriremos sus políticas, nos llevaran al desastre total porque carecen del mas mínimo sentido de que en Europa, estamos para lo bueno y lo palo, no solo para que vengan millones y millones para levantar esta comunidad y lo desvíen a los bolsillos de los saqueadores de esta tierra…¡y luego se pongan en la boca a los trabajadores¡ a los que les roban lo que viene para paliar su situación….en esto han participado también los sindicatos, todos saben perfectamente como se ha repartido el “botín”, e IU no se libra de ello, ha pillado “cacho” y es consentidora. 

IU se supera: auto ocupando una finca de la Junta de Andalucia. Vázquez junto a Marina Segura y otros. De traca, exigiendo “un banco de tierra”. Lo hacen para alimentar a la militancia, ávida de quimeras. 

Cada vez que la junta ha sacado a subasta algunas de las 22.000 hectáreas de terrenos baldíos, se los ha comido, apenas hay pujas…Pero bueno, el paripé había que hacerlo, y de paso Marina sale en su periódico ocupando fincas… y Vázquez demostrando a los camaradas que a pesar de aquello de secretaria y chofer en la UNTA en las maduras, en las duras, ocupando tus propios cortijos…¿se imaginan a la policía? ¡¡¡si no se vais avisamos a los dueños!!! 

Mira por donde, tenía algo guardado de internet, aquella famosa cooperativa de IU y de Cañamero llamada “tierra y libertad”. ¿Qué fue de esto, sabe el señor Cañamero en manos de quien está la mencionada finca? (VER blog. Patrimonio de Cañamero y familia) ¿La banca pública que piden será para lo mismo? 

La libertad los confunden, la pobreza es su signo de permanencia, la revolución es su prédica, pero los cambios les atormenta…poseen excesos de banderas e himnos. No creen en las personas sino en el poder que las domina. Hablar de IU es hablar de los restos mortales del comunismo trasnochado. ¿Qué clase de ideología es esa que atenta contra el individuo? 

Vázquez, y compañía (pensamiento, mejor “colocao” que “parao”) con despacho oficial en la junta, se vuelven a reír de todos nosotros. Para ellos democracia es un paripé, siempre lo ha sido, esto les da dinero y poder. 

Ahí está el Manifiesto del perfecto Militante: cuando hay una dictadura no comunista, se debe fomentar la lucha de todos los demócratas contra ella hasta derribarla por los medios que sean. Derribada, fomentar gobiernos de izquierdas, marginando a la derecha. 

Conseguido el gobierno de izquierda (dictadura proletaria), eliminar a todos sus miembros no comunistas, como socialistas, sindicalistas, filoanarquistas, hasta el predominio del PC. 

El pensamiento no cambia…”la libertad” ¿para qué? Decía Lenin. 

¡¡Quien avisa, no es traidor¡¡¡

LIBRO DE GEORGE ORWELL, REVELION EN LA GRANJA.

Falleció en Londres, en 1950. De origen escocés, Orwell fue siempre socialista, pero extremadamente crítico. Participó en la guerra civil española, donde fue herido. Durante su convalecencia escribió Homenaje a Cataluña, obra en que ataca a los comunistas de inspiración soviética, por su política partidista y monopólica, a la que atribuye las causas de la derrota. 

En 1943 ingresó a la redacción del diario Tribune y colaboró también en el Observer. De esta época datan la mayoría de sus ensayos. En 1946 publicó La granja de los animales. Es una animada sátira del régimen soviético, con la que alcanzó éxito internacional. En 1949 apareció su novela de anticipación, 1984 en la que presenta un cuadro del mundo futuro, en una prolongación ideal de la línea del comunismo soviético llevado a sus más desoladoras consecuencias. 

En opinión de algunos de sus críticos, la importancia de Orwell reside principalmente en la franqueza y clarividencia con que trata los problemas de política social. 

Prólogo 

REBELIÓN EN LA GRANJA: Como en otras fábulas, los animales hablan. No sólo hablan, asumen, además las funciones que en una granja cumplen los hombres. Jones, el granjero, va a su cama a dormir la borrachera de cerveza. 

Todos los animales de esta granja se alborotan. El Viejo Mayor, cerdo premiado, gordo, sabio y benevolente, ha tenido un extraño sueño en la noche anterior, y desea comunicarlo a los otros animales. Este, sueño de un cerdo, es el gozne de plata sobre el cual gira en 180 grados la narración: es la puerta encontrada súbitamente en ese muro donde no hubo jamás una puerta. "Y ahora, camaradas, dice el Viejo Cerdo Mayor, contaré mi sueño de anoche. Era una visión, continúa, de cómo será la Tierra cuando el Hombre haya desaparecido (...) El hombre es el único enemigo real que tenemos (...). Eliminad tan sólo al Hombre, y el producto de nuestro trabajo será propio (...). Todos los hombres son enemigos, afirma. 

Todos los animales son camaradas". Poco después el Viejo Cerdo Mayor muere, no sin antes entonar un himno, "cantado por los animales de épocas remotas", para que las Bestias rompan sus cadenas. Jones, luego, es expulsado de la granja por los animales, y los cerdos, que se supone son los más inteligentes, toman a su cargo el trabajo de enseñar y organizar a los demás. Los cerdos asumen el control total de la granja. Bajo su dirección trabajan sin descanso, y obedecen como esclavos, perros, gallinas, ovejas, vacas, patos, caballos, gansos, una gata, un cuervo, ratas, conejos, y hasta un gallo trompetero que más tarde anunciará con sonoros quiquiriquíes la llegada del dictador. Animales que sólo caminan sobre cuatro patas, “pues todo lo que camina sobre dos pies es un enemigo, y lo que camina sobre cuatro patas o tenga alas es un amigo". Esta es la consigna. Como toda revolución que comienza, lo hace con hermosas promesas; entre ellas, el vademécum de una ideología y, en este caso, sus siete mandamientos. 

Escrita durante la Segunda Guerra Mundial, entre 1943 y 1944, mientras Orwell trabajaba en la BBC de Londres, y publicada en 1945, esto es, al término de esa guerra, La granja de los animales parece. Es la utopía, "ese proyecto de imposible realización". Sólo que La granja está muy cerca de ciertos proyectos totalitarios que fueron posibles en esos años. 

Como toda obra que esconde diversos planos, esta fábula es, por una parte, un "cuento" cruel y despiadado, y por otra un libro que pueden leer los niños, como leen el Gulliver. 

La granja se apoya también en la circunstancia de su tiempo, la dictadura de un paranoico ávido de sangre y poder: Stalin. Sin embargo, cuando se llega a la última página de ella se desprende una conclusión aún más terrible que la misma realidad. En La granja todo está tramado como un mecanismo de relojería que funciona con espléndida naturalidad. Esta es una manera de hacer verosímil lo que en ella acontece. Casi no cuenta la ideología del autor, e incluso marcha a contrapelo de ella. 

Mediante sutiles toques desnuda poco a poco esa nueva clase corrupta de los cerdos. Cuando todo termina, el arco se cierra justamente en el extremo contrario. "La revolución", aseguraba Chesterton, "es la parábola que describe un móvil para volver al punto de partida". La revolución se suele morder la cola. Lo que se había prometido no sólo no se cumple sino que se cumple al revés: se termina por hacer lo que no se debía hacer; se prohíbe lo que antes se permitía; se torna amigo el enemigo, y el enemigo, amigo; los mandamientos son manipulados, y quedan reducidos sólo a uno; se inventa el terror, y a la vez se cae bajo el dominio del terror. En La granja domina, además de la sátira, la ironía, y hasta el humorismo. Napoleón, sucesor del Viejo Cerdo, ha asumido todo el poder. Este cerdo piensa tanto como la gata que charla diciendo que todos los animales eran ya camaradas y que cualquier gorrión que quisiera podía posarse sobre sus garras; pero los gorriones mantuvieron la distancia" El Viejo había afirmado, perentoriamente, que "ningún cerdo debe vivir en una casa, dormir en una cama, vestir ropas, beber alcohol, fumar tabaco, recibir dinero, ocuparse del comercio, pues todas las costumbres del Hombre son malas; ningún animal debe tiranizar a sus semejantes. Débil o fuerte, agregaba, listo o ingenuo, somos todos hermanos. Ningún animal debe matar a otro animal. Todos los animales son iguales". Pero Napoleón y sus cerdos secuaces, más los mastines de su guardia pretoriana, terminan por hacer, y por ordenar que se haga, justamente lo contrario. Napoleón irá a vivir en la casa del granjero Jones; vestirá sus ropas, beberá su whisky, fumará su tabaco, recibirá dinero, tiranizará a los otros animales, algunos de los cuales serán ejecutados. Aquí no hay redención ni trasmundo que abra la esperanza a otro espacio, ese que el cuervo Moses promete: cuervo mentiroso y cobarde que tal vez Orwell inventa como una caricatura de alguna clase. ("Pretendía conocer la existencia de un país misterioso llamado Monte Caramelo, al que iban los animales cuando morían...”). Todos son engañados, salvo Benjamín, el burro, que ha visto pasar muchas aguas y no cree en "pájaros preñados". Parece paradójico, en fin, que este burro escéptico sea el más sabio de los animales. Ayer todos los animales "eran iguales"; hoy “todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros". 

Cuando cerdos y hombres, en el último párrafo del libro, terminan por almorzar, brindar y engañarse mutuamente en la casa que fue del granjero, los animales (que se encontraban afuera) miraron del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo, y nuevamente del cerdo al hombre; pero ya era imposible discernir quién era quién. 

Capítulo I 

El señor Jones, dueño de la Granja, cerró por la noche los gallineros, pero estaba demasiado Borracho y dejo abierta la puerta de la granja. 

Durante el día se corrió la voz de que el Viejo Mayor, el cerdo premiado, había tenido un sueño extraño y deseaba comunicárselo a los demás animales. 

El Viejo Mayor (así le llamaban siempre, aunque fue presentado en la exposición bajo el nombre de Willingdon Beauty), era tan estimado en la granja, que todos estaban dispuestos a perder una hora de sueño para oír lo que él tuviera que decirles. Tenía doce años de edad y se había puesto bastante gordo, pero aún era un cerdo majestuoso de aspecto sabio y benevolente. Hacía rato que habían comenzado a llegar los demás animales y a colocarse cómodamente, cuando Mayor vio que estaban todos y esperaban atentos, aclaró su voz y comenzó: Camaradas, vosotros os habéis enterado ya del extraño sueño que tuve anoche. Primero tengo que decir otra cosa. Yo no creo, camaradas, que esté muchos meses más con vosotros y antes de morir, estimo mi deber transmitiros la sabiduría adquirida. He vivido muchos años; dispuse de bastante tiempo para meditar mientras he estado a solas en mi pocilga y creo poder afirmar que entiendo la naturaleza de la vida en este mundo tan bien como cualquier otro animal viviente. Respecto a eso deseo hablaros. Veamos camaradas: ¿cuál es la realidad de esta vida nuestra? Mirémosla de frente: nuestras vidas son miserables, laboriosas y cortas. Nacemos, nos suministran la comida necesaria para mantenernos y a aquellos de nosotros capaces de hacerlo nos obligan a trabajar hasta el último aliento de nuestras fuerzas; y en el preciso instante en que nuestra utilidad ha terminado, nos matan con crueldad. Ningún animal conoce el significado de la felicidad o la holganza. No hay animal libre. La vida de un animal es la miseria y la esclavitud; ésa es la pura verdad. Pero ¿es eso realmente parte del orden de la naturaleza? ¿Es acaso porque esta tierra nuestra es tan pobre que no puede proporcionar una vida decorosa a todos sus habitantes? no, camaradas; mil veces no. El suelo es fértil; es capaz de dar comida en abundancia a una cantidad mucho mayor de animales que la que actualmente la habita. Solamente nuestra granja puede mantener una docena de caballos, veinte vacas, centenares de ovejas; y todos ellos viviendo con una comodidad y dignidad que en estos momentos están casi fuera del alcance de nuestra imaginación. ¿Por qué, entonces, continuamos en esta mísera condición? Porque los seres humanos nos arrebatan casi todo el fruto de nuestro trabajo. Ahí está, camaradas, la solución de todos nuestros problemas. Está todo involucrado en una sola palabra: Hombre. El Hombre es el único enemigo real que tenemos. Quitad al Hombre de la escena y el motivo originario de nuestra hambre y exceso de trabajo será abolido para siempre.” 

"El Hombre es el único ser que consume sin producir. No da leche, no pone huevos, sin embargo, es dueño y señor de todos los animales. Los hace trabajar, les devuelve el mínimo necesario para mantenerlos con vida y lo demás se lo guarda para él. Nuestro trabajo labra la tierra, nuestro estiércol la abona y, sin embargo, no existe uno de nosotros que posea algo más que su simple pellejo. Vosotras, vacas, ¿cuántos miles de litros de leche habéis dado este último año? ¿Y qué se ha hecho con esa leche que debía servir para criar terneros robustos? Hasta la última gota ha ido a parar a las gargantas de nuestros enemigos. Y vosotras, gallinas, ¿cuántos huevos habéis puesto este año y cuántos pollitos han salido de esos huevos? Todo lo demás ha ido a parar al mercado para producir dinero para Jones y su gente. Y ¿dónde están esos cuatro potrillos que has tenido, que debían ser el sostén y solaz de tu vejez? Todos fueron vendidos al año. Como recompensa por todo tu trabajo en el campo ¿qué has tenido, exceptuando tus magras raciones y un pesebre?” 

“Ni siquiera nos permiten alcanzar el fin natural de nuestras míseras vidas. Por mí no me quejo, porque he sido uno de los afortunados. Llevo doce años y he tenido más de cuatrocientas criaturas. Ese es el destino natural de un cerdo. Pero ningún animal se libra del cruel cuchillo al final. Vosotros, jóvenes cerdos, cada uno de vosotros va a chillar por su vida ante el cuchillo dentro de un año. A ese horror llegaremos todos: vacas, cerdos, gallinas, ovejas; todos. ¿No resulta entonces de una claridad meridiana, camaradas, que todos los males de nuestras vidas provienen de la tiranía de los seres humanos?. Eliminad tan sólo al Hombre y el producto de nuestro trabajo será propio. Casi de la noche a la mañana nos volveríamos ricos y libres. Entonces, ¿qué es lo que debemos hacer? ¡Trabajar noche y día, con cuerpo y alma, para destruir a la raza humana! Ese es mi mensaje, camaradas: ¡Rebelión! Yo no sé cuándo vendrá esa rebelión; quizá de aquí a una semana o dentro de cien años; pero sí sé, que tarde o temprano se hará justicia. Fijad la vista en eso, camaradas, durante los pocos años que os quedan de vida! Y, sobre todo, transmitid mi mensaje a los que vendrán después, para que las futuras generaciones puedan proseguir la lucha hasta alcanzar la victoria. Y recordad, camaradas: vuestra voluntad jamás deberá vacilar. Ningún argumento os debe desviar. Nunca escuchéis cuando os digan que el Hombre y los animales tienen un destino común; que la Prosperidad de uno es también de los otros. Son mentiras. El Hombre no sirve los intereses de ningún ser, exceptuando el suyo. Y entre nosotros, los animales, que haya perfecta unidad, perfecta camaradería en la lucha. Todos los hombres son enemigos. Todos los animales son camaradas. 

En ese momento hubo una tremenda conmoción. Mientras Mayor estaba hablando, Mayor levantó su pata para imponer silencio. Camaradas, dijo, aquí hay un punto que debe ser aclarado. Los animales salvajes, como los ratones y los conejos, ¿son nuestros amigos o nuestros enemigos? Pongámoslo a votación. Yo planteo esta pregunta a la asamblea: ¿son camaradas las ratas? Se pasó a votación, decidiéndose por mayoría que las ratas eran camaradas. Hubo solamente cuatro disidentes, Mayor continuó: insisto recordad siempre vuestro deber de enemistad hacia el Hombre y su manera de ser. Todo lo que camine sobre dos pies es un enemigo. Lo que camine sobre cuatro patas o tenga alas, es un amigo. Y recordad también que en la lucha contra el Hombre, no debemos llegar a parecemos a él. Aun cuando lo hayáis vencido, no adoptéis sus vicios. Ningún animal debe vivir en una casa, dormir en una cama, vestir ropas, beber alcohol, fumar tabaco, recibir dinero ni ocuparse del comercio. Todas las costumbres del Hombre son malas. Y, sobre todas las cosas, ningún animal debe tiranizar a sus semejantes. Débil o fuerte, listo o ingenuo, somos todos hermanos. Ningún animal debe matar a otro animal. Todos los animales son iguales. "Y ahora, camaradas, os contaré mi sueño de anoche. Era una visión de cómo será la Tierra cuando el Hombre haya desaparecido. Pero me trajo a la memoria algo que hace tiempo había olvidado. Muchos años atrás, cuando yo era lechón, mi madre y las otras cerdas acostumbraban a ensayar una vieja canción de la que sólo sabían la melodía hacía tiempo que la había olvidado. Anoche, volvió a mí en el sueño. Palabras que tengo la certeza, fueron cantadas por los animales de épocas remotas y luego olvidadas durante muchas generaciones. Os cantaré esa canción, camaradas cuando os haya enseñado, podréis cantar vosotros mismos. Se llama Bestias de Inglaterra. Era una tonada entre Clementina y La Cucaracha. La letra decía así: 

I- ¡Bestias de Inglaterra, Bestias de Irlanda, Animales del valle y de la selva, 

Sobre vuestro futuro prodigioso prestad oído a mis alegres nuevas! 

II- Tarde o temprano arribará la hora en la que el Hombre derrocado sea, 

y las fecundas tierras de Bretaña sólo serán pobladas por las Bestias. 

III-Rotos caerán los aros torturantes de la nariz, y rodarán por tierra los látigos de tétricos chasquidos y oxidados el freno y las espuelas. 

IV-La cebada y el heno perfumado, la remolacha, el trébol y la avena toda la cornucopia de Natura será ese día solamente nuestra. 

V-Más fresca será el agua y transparente en los hermosos campos de Inglaterra, y más suave la brisa, el día glorioso en que las Bestias rompan sus cadenas. 

VI-Para ese día trabajemos todos, aunque muramos antes que amanezca; vacas y gansos, pavos y caballos, todos deben sumarse a esta empresa. 

VII-¡Bestias de Inglaterra, Bestias de Irlanda, animales del valle y de la selva sobre vuestro futuro prodigioso ¡prestad oído a mis alegres nuevas! 

El ensayo de esta canción puso a todos los animales en un estado de salvaje excitación. Desgraciadamente, el alboroto despertó al señor Jones, y la asamblea se levantó precipitadamente. Cada cual huyó hacia su lugar de reposo. 


Capítulo II 

Tres noches después, el Viejo Mayor murió mientras dormía. Su cadáver fue enterrado al pie de un árbol de la huerta. 

Durante los tres meses siguientes hubo mucha actividad secreta. A los animales más inteligentes el discurso de Mayor les había hecho ver la vida desde un ángulo totalmente nuevo. Ellos no sabían cuándo ocurriría la rebelión que pronosticara Mayor; no tenían motivo para creer que aconteciera durante el transcurso de sus propias vidas, pero vieron que era su deber prepararse para ella. El trabajo de enseñar y organizar a los demás recayó sobre los cerdos, Los más destacados entre ellos eran dos cerdos jóvenes llamaban Snowball y Napoleón, a quienes el señor Jones estaba criando para vender. Napoleón era un verraco grande de aspecto feroz; parco en el hablar, tenía fama de salirse con la suya. Snowball tenía mayor facilidad de palabra, pero lo consideraban de carácter más débil. Los demás de la granja eran muy jóvenes. El más conocido entre ellos era Squealer, orador brillante. Los demás decían que Squealer era capaz de cambiar lo negro en blanco. Estos tres habían elaborado, a base de las enseñanzas del Viejo Mayor, un sistema completo de pensamientos al que dieron el nombre de Animalismo. Varias noches por semana, cuando el señor Jones ya dormía, celebraban reuniones secretas en el granero, durante las cuales exponían los principios del Animalismo a los demás. Al comienzo encontraron mucha estupidez y apatía. Algunos animales hablaron del deber de lealtad hacia el señor Jones, a quien llamaban "Amo", o hacían observaciones elementales como: "el señor Jones nos da de comer"; "Si él no estuviera nos moriríamos de hambre". Otros formulaban preguntas tales como: "¿Qué nos importa a nosotros lo que va a suceder cuando estemos muertos?", o bien: "Si esta rebelión se va a producir de todos modos, ¿qué diferencia hay si trabajamos para ella o no?", y los cerdos tenían gran dificultad en hacerles ver que eso era contrario al espíritu del Animalismo. Las preguntas más estúpidas fueron de la yegua blanca. ¿Habrá azúcar después de la rebelión? No, respondió Snowball. No tenemos medios para fabricar azúcar en esta granja. Además, tú no necesitas azúcar. Tendrás toda la avena y el heno que quieras. ¿Y se me permitirá seguir usando cintas en la crin? insistió. Camarada, dijo Snowball, esas cintas que tanto te gustan son el símbolo de tu esclavitud. ¿No entiendes que la libertad vale más que esas cintas? asintió, pero no estaba muy convencida. 

Los cerdos tuvieron una lucha aún mayor para contrarrestar las mentiras que difundía Moses, el cuervo amaestrado. Moses, que era el favorito del señor Jones era espía y chismoso, pero era también un orador muy hábil. Pretendía conocer la existencia de un país misterioso llamado Monte Caramelo, al que iban todos los animales cuando morían. Estaba situado en algún lugar del cielo, “un poco más allá de las nubes”, decía Moses. En Monte Caramelo era domingo siete veces por semana, el trébol los terrones de azúcar y las tortas de lino crecían en los cercos. Los animales odiaban a Moses porque era chismoso y no hacía ningún trabajo, pero algunos creían lo del Monte Caramelo y los cerdos tenían que argumentar mucho para persuadirlos de la inexistencia de tal lugar. 

Los discípulos más leales eran los caballos de tiro, tenían gran dificultad en formar su propio juicio, pero una vez que aceptaron a los cerdos como maestros absorbían todo lo que se les decía y lo transmitían a los demás animales mediante argumentos sencillos. 

Pero sucedió que la rebelión se llevó a cabo mucho antes y más fácilmente de lo que ellos esperaban. 

En años anteriores el señor Jones, a pesar de ser un amo duro, fue un agricultor capaz, se había desanimado mucho después de perder bastante dinero en un pleito, y comenzó a beber más de la cuenta. Sus hombres eran perezosos y deshonestos, los campos estaban llenos de malezas, los cercos estaban descuidados y mal alimentados los animales. Llegó junio y el heno estaba casi listo para ser cosechado. Los peones se fueron, sin preocuparse de dar de comer a los animales. Finalmente, éstos no resistieron más. Una de las vacas rompió de una cornada la puerta del depósito de forrajes y los animales empezaron a servirse solos de los arcones, en ese momento se despertó el señor Jones. De inmediato él y sus cuatro peones se hicieron presentes con látigos, azotando a diestra y siniestra., aunque nada había sido planeado con anticipación, se abalanzaron sobre sus atormentadores. Jones y sus peones recibiendo empellones y patadas, Habían perdido el dominio de la situación. Nunca habían visto a los animales portarse de esa manera, y esa insurrección de bestias. A poco abandonaron todo intento de defensa y escaparon. Un minuto después, los cinco disparaban a toda carrera por el sendero rumbo a la puerta con los animales persiguiéndolos a Jones y sus peones hasta la carretera y cerraron el portón tras ellos. Y así, casi sin darse cuenta de lo que ocurría, la rebelión se había llevado a cabo triunfalmente: Jones había sido expulsado y la 

Granja era de ellos. Apenas si podían creer en su buena fortuna. Su primera acción fue galopar todos juntos alrededor de los límites de la granja, como para asegurarse de que ningún ser humano se escondía en ella; luego volvieron a la carrera hacia los edificios para borrar los últimos vestigios del odiado reino de Jones. Irrumpieron en el cuarto de los enseres; los frenos, los anillos, las cadenas de los perros, fueron todos arrojados al pozo. Las riendas, los cabestros, las anteojeras. Los animales habían destruido todo lo que podía hacerles recordar al señor Jones, sirvió una doble ración de maíz a cada uno. Luego cantaron Bestias de Inglaterra. Se acomodaron para la noche y durmieron como nunca lo habían hecho anteriormente. 

Pero se despertaron al amanecer como de costumbre y, acordándose repentinamente del glorioso acontecimiento, salieron todos juntos a la pradera. A poca distancia de allí había una loma desde donde se dominaba casi toda la granja. Los animales llegaron a la cumbre y miraron a su alrededor a la luz de la mañana. Todo lo que podían ver era suyo. En el éxtasis de ese pensamiento, brincaban por todos lados en grandes saltos de alegría. Luego hicieron un recorrido de inspección por toda la granja y miraron la tierra de labrantío, el campo de heno, la huerta, la laguna. Era como si nunca hubieran visto esas cosas anteriormente, y apenas podían creer que todo era de ellos. 

Regresaron a los edificios de la granja y, vacilantes, se pararon ante la puerta de la casa, era suya, pero tenían miedo de entrar. Un momento después embistieron la puerta y los animales entraron. Iban bajando la escalera cuando se dieron cuenta de que faltaba Mollie. Al volver, los demás descubrieron que ésta se había quedado en el mejor dormitorio. Había tomado un pedazo de cinta azul del tocador y, se estaba admirando en el espejo como una tonta. Los otros se lo reprocharon severamente y salieron. Sacaron unos jamones colgados en la cocina y les dieron sepultura. Allí mismo se resolvió por unanimidad que la casa sería conservada como museo. Estaban todos de acuerdo en que jamás debería vivir allí animal alguno. 

Los animales tomaron el desayuno, y luego Snowball y Napoleón los reunieron a todos otra vez. Camaradas, dijo Snowball, tenemos un día largo ante nosotros. Hoy debemos comenzar la cosecha del heno. Pero hay otro asunto que debemos resolver primero. 

Los cerdos revelaron entonces que durante los últimos tres meses habían aprendido a leer y escribir mediante un libro elemental que perteneciera a los chicos de la señora Jones y que había sido tirado a la basura. Napoleón mandó traer unos tarros de pintura blanca y negra y los llevó hasta el portón que daba al camino principal. Luego Snowball (que era el que mejor escribía) tomó un pincel entre los dos nudillos de su pata delantera, tachó Granja Manor de la vara superior de la tranquera y en su lugar pintó Granja Animal. Ese iba a ser el nombre de la granja en adelante. Después todos volvieron a los edificios donde Snowball y Napoleón mandaron buscar una escalera que hicieron colocar contra la pared trasera del granero. Ellos explicaron que mediante sus estudios de los últimos tres meses habían logrado reducir los principios del Animalismo a Siete Mandamientos. Serían inscritos en la pared; formarían una ley inalterable por la cual deberían regirse en adelante todos los animales de la Granja Animal. La inscripción decía así: LOS SIETE MANDAMIENTOS 

1- Todo lo que camina sobre dos pies es un enemigo 

2- Todo lo que camina sobre cuatro patas, o tenga alas, es un amigo. 

3- Ningún animal usará ropa. 

4- Ningún animal dormirá en una cama 

5- Ningún animal beberá alcohol 

6- Ningún animal matará a otro animal 

7- Todos los animales son iguales 

El letrero lo leyó en alta voz para los demás. Todos los animales asintieron con inclinación de cabeza demostrando su total conformidad, y los más inteligentes empezaron en seguida a aprenderse de memoria los Mandamientos. 

Ahora, camaradas, gritó Snowball tirando el pincel, ¡al henar! Impongámonos el compromiso de terminar la cosecha en menos tiempo del que tardaban Jones y sus hombres. 

Pero en ese momento las tres vacas, parecían estar intranquilas, empezaron a mugir muy fuerte. Hacía veinticuatro horas que no habían sido ordeñadas y sus ubres estaban casi reventando. Después de pensar un rato, los cerdos mandaron traer unos baldes y ordeñaron a las vacas con regular éxito, cinco baldes de espumante leche cremosa a la cual miraban muchos de los animales con sumo interés. ¿Qué se hará con toda esa leche?, preguntó alguien. 

-Jones a veces empleaba una parte en nuestra comida, dijo una de las gallinas. 

-¡No os preocupéis por la leche, camaradas! expuso Napoleón, colocándose delante de los baldes. Eso ya se arreglará. La cosecha es más importante. El camarada Snowball os guiará. Yo os seguiré dentro de unos minutos. ¡Adelante, camaradas! El heno os espera. Los animales se fueron hacia el campo de heno para empezar la cosecha, y, cuando volvieron al anochecer, comprobaron que la leche había desaparecido. 



Capítulo III 

¡Cómo trabajaron y sudaron para poder guardar el heno! Pero sus esfuerzos fueron recompensados, la cosecha resultó mejor de lo que esperaban. 

En cuanto a los caballos, conocían cada palmo del campo y, en realidad, entendían el trabajo. Los cerdos en verdad no trabajaban, pero dirigían y supervisaban a los demás. A causa de sus conocimientos superiores, era natural que ellos asumieran el mando. Boxer y Clover enganchaban los arneses a la segadora (en aquellos días, naturalmente, no hacían falta frenos o riendas) y marchaban firmemente por el campo con un cerdo caminando detrás y diciéndoles: "Arre, camarada" o "Atrás, camarada", según el caso. Y todos los animales, incluso los más humildes, laboraron para cortar el heno y amontonarlo, todo el día al sol, transportando manojitos de heno. No hubo desperdicio alguno; Y ningún animal de la granja había robado ni siquiera un bocado. 

Durante todo el verano el trabajo anduvo como sobre rieles. Los animales eran felices como jamás, cada bocado de comida resultaba un exquisito manjar, ya que era realmente su propia comida, producida por ellos y para ellos y no repartida en pequeñas porciones por su amo. Como ya no estaban los inservibles y parasitarios seres humanos, había más comida para todos. Se tenían más horas libres también, a pesar de la inexperiencia de los animales. Boxer con sus músculos tremendos los sacaban siempre de apuros. Todos admiraban a Boxer. Había sido un gran trabajador aun en el tiempo de Jones, pero ahora aparentaba más bien ser tres caballos que uno; en algunos días deter 

minados, parecía que todo el trabajo descansaba sobre sus poderosos hombros. Tiraba y empujaba de la mañana hasta la noche y siempre donde el trabajo era más duro. Había concertado con un gallo que éste lo despertara media hora antes que a los demás, y efectuaba algún trabajo voluntario donde más hacía falta, antes de empezar la tarea de todos los días. Su respuesta para cada problema, para cada revés, era: "¡Trabajaré más fuerte!". Él la había adoptado como un lema personal. 

Pero cada uno actuaba conforme a su capacidad. Las gallinas y los patos, por ejemplo, ganaron cinco búshels de maíz durante la cosecha levantando los granos perdidos. Nadie robó, nadie se quejó por su ración; las discusiones, peleas y envidias que forman parte natural de la vida cotidiana en los días de antaño, habían desaparecido casi por completo. Nadie eludía el trabajo, o casi nadie. Mollie, la gata, en verdad, no era muy buena para levantarse por la mañana, y tenía la costumbre de dejar el trabajo temprano aduciendo que tenía una piedra en la pata, y su comportamiento era algo raro, cuando había tarea que hacer, no la encontraban. Desaparecía durante horas, y luego se presentaba a la hora de la comida o al anochecer, cuando cesaba el trabajo, como si nada hubiera ocurrido. Pero siempre tenía tan excelentes excusas y ronroneaba tan afablemente, que era imposible dudar de sus buenas intenciones. 

El viejo Benjamín, el burro, parecía que no había cambiado desde la rebelión. Hacía su trabajo con la misma obstinación y lentitud que antes, nunca eludiéndolo pero nunca ofreciéndose tampoco para ninguna tarea extra. No daba su opinión sobre la rebelión o sus resultados. Cuando se le preguntaba si no era más feliz ahora que no estaba Jones, él se reducía a contestar: "Los burros viven mucho tiempo”. 

Los domingos no se trabajaba. Tenía lugar una ceremonia que se cumplía todas las semanas sin excepción. Primero se enarbolaba la bandera, izada en el mástil, era verde, explicó Snowball, para representar los campos verdes de Inglaterra, mientras que el asta y la pata significaban la futura República de los Animales, que surgiría cuando finalmente lograran derribar totalmente a la raza humana. Después todos los animales se dirigían en tropel al granero principal para una asamblea general, la que se conocía como la Reunión. Allí se planeaba el trabajo de la semana siguiente y se planteaban y debatían las resoluciones. Los cerdos eran los que siempre proponían las resoluciones. Los otros animales entendían cómo debían votar, pero nunca se les ocurrían ideas propias. Snowball y Napoleón eran, sin duda, los más activos en los debates. Pero se notó que estos dos nunca estaban de acuerdo; ante cualquier sugestión que hacía uno, podía descontarse que el otro se opondría a ella. Hasta cuando se resolvió, a lo que no habría podido oponerse nadie, reservar el campito de detrás de la huerta como hogar de descanso para los animales que ya no estaban en condiciones de trabajar, hubo un violento debate con referencia a la edad de retiro correspondiente a cada clase de animal. La Reunión siempre terminaba con la canción Bestias de Inglaterra, y la tarde la dedicaban al esparcimiento. 

Los cerdos hicieron del cuarto de los enseres su cuartel general. Todas las noches estudiaban herrería, carpintería y otros oficios necesarios en los libros que habían traído de la casa. Snowball también se ocupó de organizar a los otros animales en lo que denominaba Comités de Animales. Era incansable para eso. Formó el Comité de producción de huevos para las gallinas, la Liga de las colas limpias para las vacas, el Comité para reeducación de los camaradas salvajes (el objeto de éste era domesticar las ratas y los conejos), el Movimiento pro lana más blanca para las ovejas, y varios otros, además de organizar clases de lectura y escritura. En general, esos proyectos resultaron un fracaso. El ensayo de domesticar a los animales salvajes, por ejemplo, falló casi inmediatamente. Siguieron portándose prácticamente igual que antes, y cuando eran tratados con generosidad se aprovechaban de ello. La gata se incorporó al Comité para la reeducación y actuó mucho en él durante algunos días. Cierta vez la vieron sentada en la azotea charlando con algunos gorriones que estaban fuera de su alcance. Les estaba diciendo que todos los animales eran ya camaradas y que cualquier gorrión que quisiera podía posarse sobre su garra; pero los gorriones mantuvieron la distancia. Las clases de enseñanza primaria, sin embargo, tuvieron gran éxito. Para el otoño casi todos los animales, en mayor o menor grado, tenían alguna instrucción. En lo que respecta a los cerdos, ya sabían leer y escribir. Los perros aprendieron la lectura, pero no les interesaba leer otra cosa que los Siete Mandamientos. Muriel, la cabra, leía un poco mejor que los perros, y a veces, por la noche, acostumbraba hacerlo para los demás de los pedazos de diarios que encontraba en la basura. Benjamín leía tan bien como cualquiera de los cerdos, pero nunca ejercitaba su talento. 

Por lo que él sabía, dijo, no había nada que valiera la pena leer. 

Ningún otro animal de la granja pudo llenar más allá de la letra A. También se descubrió que los animales más estúpidos, como las ovejas, gallinas y patos, eran incapaces de aprender de memoria los Siete Mandamientos. Después de mucho meditar, Snowball declaró que los Siete Mandamientos podían, en efecto, reducirse a una sola máxima, a saber: "¡Cuatro patas sí, dos pies no!" Esto, dijo contenía el principio esencial del Animalismo. Quien lo hubiera entendido a fondo estaría asegurado contra las influencias humanas. Las aves la objetaron al principio pues les pareció que también ellas tenían dos patas, pero Snowball demostró que no era así. Las alas de un pájaro, dijo, son órganos de propulsión y no de manipulación. Por lo tanto, deben considerarse como patas. La característica que distingue al hombre es la "mano", el instrumento con el cual hace todo el mal. 

Las aves no entendieron la extensa perorata de Snowball, pero aceptaron su explicación y comenzaron a aprender la nueva máxima de memoria. "Cuatro patas sí, dos pies no", fue inscrita sobre la pared del fondo del granero, encima de los Siete Mandamientos y con letras más grandes. Cuando la aprendieron de memoria, a las ovejas les encantó esta máxima y muchas veces echadas en el campo empezaban todas a balar "Cuatro patas sí, dos pies no", "Cuatro patas sí, dos pies no", así durante horas. 

Napoleón no se interesó por los comités de Snowball. Dijo que la educación de los jóvenes era más importante que cualquier cosa que pudiera hacerse por aquellos que ya eran adultos. Sucedió que Jessie y Bluebell habían aumentado de familia, poco después de la cosecha de heno, incorporando a la granja, entre ambas, nueve cachorros robustos. Tan pronto como fueron destetados, Napoleón los separó de las madres diciendo que él se haría cargo de su educación. Se los llevó a un desván al que sólo se podía llegar por una escalera desde el granero y allí los mantuvo en tal reclusión que el resto de la granja pronto se olvidó de su existencia. 

El misterio del destino de la leche se aclaró pronto. Se mezclaba todos los días en la comida de los cerdos. Las primeras manzanas ya estaban madurando, y el pasto de la huerta estaba cubierto de la fruta caída de los árboles. Los animales creyeron, como cosa natural, que éstas serían repartidas equitativamente; un día, sin embargo, apareció la orden de que todas las manzanas caídas de los árboles debían ser recolectadas y llevadas al granero para consumo de los cerdos. A raíz de eso, algunos de los otros animales comenzaron a murmurar, pero en vano. Todos los cerdos estaban de acuerdo en este punto, hasta Snowball y Napoleón. Squealer fue enviado para dar las explicaciones necesarias. 

Camaradas, gritó, vosotros no supondréis, me imagino, que nosotros los cerdos estamos haciendo esto con un espíritu de egoísmo y de privilegio. Muchos de nosotros, en realidad, tenemos aversión a la leche y las manzanas. A mí personalmente no me agradan. Nuestro único objeto al tomar estas cosas es preservar nuestra salud. La leche y las manzanas (esto ha sido demostrado por la ciencia, camaradas) contienen sustancias absolutamente necesarias para el bienestar del cerdo. Nosotros, los cerdos, somos trabajadores del cerebro. Toda la administración y organización de esta granja depende de nosotros. Día y noche estamos velando por vuestra felicidad. Por vuestro bien tomamos esa leche y comemos esas manzanas. ¿Sabéis lo que ocurriría si los cerdos fracasáramos en nuestro deber? ¡Jones volvería! Sí, ¡Jones volvería! Seguramente, camaradas, exclamó Squealer casi suplicante saltando de lado a lado y moviendo la cola, seguramente no hay ninguno entre vosotros que desee la vuelta de Jones. Ahora bien, si había algo de lo cual estaban completamente seguros los animales, era que no querían la vuelta de Jones. Contra cuanto se presentaba bajo esa posibilidad, no tenían nada que aducir. La importancia de preservar la salud de los cerdos era demasiado evidente. De manera que se decidió sin más discusión que la leche y las manzanas caídas de los árboles (y también la cosecha principal de manzanas cuando éstas maduraran) debían reservarse para los cerdos solamente. 



Capítulo IV 

Hacia fines del verano la noticia de lo sucedido en la Granja Animal se había difundido por casi todo el condado. Todos, los días Snowball y Napoleón enviaban bandadas de palomas con instrucciones de mezclarse con los animales de las granjas vecinas, contarles la historia de la rebelión y enseñarles la canción Bestias de Inglaterra. 

Durante la mayor parte de ese tiempo Jones permanecía en la taberna quejándose a cualquiera que deseara escucharle de la monstruosa injusticia que había sufrido al ser arrojado de su propiedad por una banda de animales inútiles. Los otros granjeros simpatizaban con él, en principio, pero al comienzo no le dieron mucha ayuda. Por dentro, cada uno pensaba secretamente si no podría en alguna forma transformar la mala fortuna de Jones en beneficio propio. 

Era una suerte que los dueños de las dos granjas que lindaban con Granja Animal estuvieran siempre enemistados. Una de ellas, que se llamaba Foxwood, era una granja grande y descuidada, cubierta de arboleda, con sus campos de pastoreo agotados y sus cercos en un estado lamentable. Su propietario, el señor Pilkington, era un agricultor indolente que pasaba la mayor parte del tiempo pescando o cazando. La otra granja, que se llamaba Pinchfield, era más chica y mejor cuidada. Su dueño, un tal Frederick, era un hombre duro, astuto, siempre metido en pleitos y que tenía fama de tacaño. Los dos se odiaban tanto que era difícil que se pusieran de acuerdo, ni aun en defensa de sus propios intereses. Ello no obstante, ambos estaban asustados por la rebelión de la Granja Animal y ansiosos por evitar que sus animales llegaran a saber algo de lo ocurrido. Al principio aparentaban reírse y desdeñar la idea de los animales administrando su propia granja. "Todo el asunto estará terminado en quince días", se decían. Afirmaban que los animales en la Granja Manor (insistían en llamarla Granja Manor; no podían tolerar el nombre de Granja Animal) se peleaban de continuo entre sí y terminarían muriéndose de hambre. Pasado un tiempo, cuando fue evidente que los animales no perecían de hambre, Frederick y Pilkington cambiaron de tono y empezaron a hablar de la terrible maldad que, florecía en la Granja Animal. Difundieron el rumor de que los animales practicaban el canibalismo, se torturaban unos a otros con herraduras calentadas al rojo y despreciaban el matrimonio. "Ese es el resultado de rebelarse contra las leyes de la Naturaleza", sostenían Frederick y Pilkington. 

Sin embargo, nunca se dio mucha fe a esos cuentos. Rumores acerca de una granja maravillosa donde los seres humanos habían sido eliminados y los animales administraban sus propios asuntos, continuaron circulando en forma vaga y falseada, y durante todo ese año se extendió una ola de rebeldía en la comarca. Toros que siempre habían sido dóciles, se volvieron repentinamente salvajes; ovejas que rompían los cercos, devoraban el trébol; vacas que volcaban los baldes cuando las ordeñaban; caballos de caza que se negaban a saltar los cercos que lanzaban a sus jinetes por el aire. Además, la melodía y hasta la letra de Bestias de Inglaterra eran conocidas por doquier. Se habían difundido con una velocidad asombrosa. Los seres humanos no podían contener su furor cuando oían esta canción. Cualquier animal que fuera sorprendido cantándola, era azotado en el acto. Sin embargo, la canción resultó irreprimible. Los mirlos la silbaban, las palomas, se introdujo en el ruido de las fraguas, y cuando los seres humanos la escuchaban, temblaban secretamente, pues oían en ella una profecía de su futura perdición. 

A principios de octubre, el maíz había sido cortado y parte del mismo ya trillado, una bandada de palomas cruzó el cielo a toda velocidad y descendió, muy excitada, en el patio de Granja Animal. 

Jones y todos sus obreros, con media docena más de hombres de Foxwood y Pinchfield, se aproximaban por el sendero hacia la casa. Todos esgrimían palos, exceptuando a Jones, quien venía adelante con una escopeta en la mano. Evidentemente, iban a tratar de reconquistar la granja. 

Eso hacía tiempo que estaba previsto y se habían adoptado las precauciones necesarias. Snowball que estudiara en un viejo libro, hallado en la casa, las campañas de Julio César, estaba a cargo de las operaciones defensivas. Dio las órdenes y cada animal ocupaba su puesto. 

Cuando los seres humanos se acercaron a los edificios de la granja, Snowball lanzó su primer ataque. 

Al oírse el chillido de Snowball, que era la señal para retirarse, todos los animales dieron media vuelta y se metieron por el portón al patio. 

Los hombres lanzaron un grito de triunfo. Vieron, es lo que se imaginaron, a sus enemigos en fuga y corrieron tras ellos en desorden. Eso era precisamente lo que Snowball quería. Tan pronto como estuvieron dentro del patio, los tres caballos, las tres vacas y los demás cerdos, que habían estado al acecho, aparecieron por detrás de ellos, cortándoles la retirada. Snowball dio la señal para la carga. El mismo acometió a Jones. Este lo vio venir, apuntó con su escopeta e hizo fuego. Los perdigones dejaron su huella en el lomo de, Snowball, lanzó su cuerpo contra las piernas de Jones, que fue a caer sobre una pila de estiércol mientras la escopeta se le escapó de las manos. Boxer, encabritado pegando con sus enormes patas herradas. Su primer golpe lo recibió en la cabeza un mozo de la caballeriza de Foxwood. Al ver ese cuadro varios hombres dejaron caer sus palos e intentaron disparar. Pero los cogió el pánico y, al momento, los animales los estaban corriendo por todo el patio. Fueron corneados, pateados, mordidos, pisados. No hubo ni un animal en la granja que no se vengara a su manera. Los hombres se alegraron de poder escapar del patio y salir como un rayo hacia el camino principal, menos uno. Allá en el patio, Boxer estaba empujando con la pata al mozo de caballeriza que estaba boca abajo en el barro, está muerto, dijo Boxer . No tenía intención de hacer esto. Me olvidé dé que tenía herraduras. ¿Quién va a creer que no hice esto adrede? Nada de sentimentalismos, camarada, gritó Snowball, de cuyas heridas aún manaba sangre. La guerra es la guerra. El único ser humano bueno es el que ha muerto. 

Yo no deseo quitar una vida, ni siquiera humana, repitió Boxer con los ojos llenos de lágrimas. ¿Dónde está Mollie? -inquirió alguien. 

Efectivamente, faltaba Mollie. Por un momento se produjo una gran alarma; se temió que los hombres la hubieran lastimado, o que se la hubiesen llevado consigo. Al final, la encontraron escondida en su corral, con la cabeza enterrada en el heno del pesebre. Se había escapado tan pronto como sonó el tiro de la escopeta. Y, cuando los otros retornaron de su búsqueda, se encontraron con que el mozo de caballeriza, que en realidad sólo estaba aturdido, ya se había repuesto y había huido. 

Los animales se congregaron muy exaltados, cada uno contando a voz en cuello sus hazañas en la batalla. Enseguida se realizó una celebración improvisada de la victoria. Se izó la bandera y se cantó varias veces Bestias de Inglaterra, y luego se le dio sepultura a la oveja que murió en la acción, Snowball pronunció un discurso, recalcando la necesidad de que todos los animales estuvieran dispuestos a morir por Granja Animal, si fuera necesario.

CONTINUARÁ.

EL PATRIMONIO DE CAÑAMERO Y FAMILIA


RECOGIDO DE INTERNET 

DIEGO CAÑAMERO, DIREGENTE DEL S.A.T Y SU CURRÍCULUM 

EL S.A.T. HA MONTADO UNA CANDIDATURA CON 41 FUNCIONARIOS EN SERVICIOS CENTRALES. MUCHOS DE ELLOS SON LO QUE ESTABAN EN PLATAFORMA DE TORRETRIANA. 

ESTE SINDICATO "DE IZQUIERDAS", ASÍ LO HACEN SABER EN PANFLETILLOS QUE ESTÁN REPARTIENDO, TIENE A LA CABEZA A ESTE AL DIEGO CAÑAMERO. MIRAR EL CURRÍCULUM Y SACAR VUESTRAS PROPIAS CONCLUSIONES: 

DIEGO CAÑAMERO VALLE 

- Llegó a El Coronil con una mano delante y otra detrás. 

​- Ha sido Alcalde desde junio de 1987 a mayo de 1.991. 
​(Desde junio del 91 a mayo del 95 entra Luís Barroso hasta mayo del 95). 

​- Primer Teniente Alcalde, desde junio del 95 al 21 de octubre de 2.001, hasta el Pleno del 16 de junio de de 2003. 

​Vive desde 1982 en Carlos Cano, 4, (antigua Francisco Pizarro). Su casa se hizo con dinero público. 

En el terreno urbanístico y como responsable directo, Diego Cañamero fue el organizador y es el responsable principal del desastre urbanístico de la Viña de los Pinos. 
Debido a la importancia del tema la Viña de los Pinos se trata de forma separada en un apartado específico de esta auditoría. Tan bien es evidente para todos los coronileños que siguió siendo el Alcalde durante el mandato de Núñez y ha sido el inductor y el cómplice en todas las tramas urbanísticas que han ocurrido en nuestro pueblo. 

​Diego Cañamero Valle, mediante sus cargos políticos ha obtenido importantes beneficios para él, para su familia directa y para la gente de su organización política. 

​Tiene gratis, más de lo que puede tener un trabajador con sueldo medio en este pueblo: Tiene sueldo fijo, coche nuevo, teléfono gratis, viajes por España y por todo el mundo a gastos pagados y además tiene la posibilidad de beneficiar a su familia y allegados aprovechando los cargos que ha ido ocupando a lo largo de su vida. 

​Ejemplo de privilegios para sus amigos y familiares, aquí se da sólo un resumen de lo que se detalla en otros apartados de este informe: 

​Ha conseguido para él y para cuatro de sus hermanos viviendas gratis y una finca, a alguno le ha hecho con dinero público obras de mejora para su casa. 

​Valorando las viviendas a una media de doce millones de pesetas cada una, son 60 millones de pesetas (300mil €), los que ha recibido su familia, de forma directa. 
​ 
​Diego Cañamero Valle ha robado a sus compañeros del SOC la finca del Bosque para dársela a su hermano José Manuel. Esa finca llamada Tierra y Libertad, empezó siendo una cooperativa de jornaleros que se construyó con el esfuerzo de muchos sindicalistas y las subvenciones públicas, ahora es una propiedad privada valorada en cuatrocientos millones de pesetas. 
Sólo en el año 2000 recibió del Ayuntamiento 352.540Ptas. 

​La finca del Bosque, según los corredores que están intentando venderla, antes de que hacienda pueda investigar la procedencia, dicen que vale dos millones y medio de Euros, unos 400 millones de pesetas aproximadamente. 

​Cañamero ha utilizado además del SOC, al Ayuntamiento de El Coronil en beneficio propio, en beneficio de su familia, en beneficio de su poder en el sindicato y en beneficio de la gente que le sigue. 

Su hermano Francisco Cañamero Valle . 

Siendo Diego Cañamero, Primer Teniente de Alcalde y Núñez Alcalde, le dieron al hermano la casa de calle Diamantino García, 8 (antigua Hernán Cortés, . 

Le dieron esa vivienda sin hacer ningún tipo de procedimiento legal, ni darles igualdad de oportunidades a otros vecinos de las casas rajadas, ni a otros vecinos necesitados del pueblo. Antes estuvo viviendo en Ronda del Cerro Palo, 1 en una casa del Ayuntamiento, donde pagaba 30 € al mes. Estuvo pagando 11 meses, desde noviembre del 99 a octubre del 2000 

​En el Registro de la Propiedad de Morón de la Frontera figura, todavía, como solar sin edificar a nombre del Ayuntamiento, con el nombre antiguo de la calle Hernán Cortés 8, libro 154, tomo 1281, Folio 134, finca 6006. 

​La forma en que el hermano de Cañamero consigue su casa es llamativa y tiene una larga historia. 

​El 21 de agosto de 2002, el Sr. , en nombre de Los Servicios Técnicos del Ayuntamiento, le envía las mediciones y los planos para que el constructor Juan Antonio Perea de DETEA S.A. en el Polígono PISA, ofrezca presupuesto para construir en ese solar una vivienda. Por la razón que sea, DETEA no hizo la obra que debía pagarle el Ayuntamiento, pero la obra se hizo de otra forma. 

​Núñez y Cañamero, además de regalarle el solar a su hermano: 
​Mandaron que el proyecto técnico para la obra lo hiciera el Arquitecto Municipal en horas de trabajo, el proyecto se firmó el 21 de enero de 2003 y además el hombre de confianza de Cañamero y Núñez en el Ayuntamiento , lo envió, en nombre del Ayuntamiento, para que lo revisara el Arquitecto de Mancomunidad, Lorenzo Cortés, quien informó sobre algunas deficiencias del proyecto para que se corrigieran. 

​La casa de Francisco Cañamero, se edificó a lo largo del año 2003, trabajando en la construcción albañiles privados, que recibían el pago en efectivo. Se habló que al menos habían recibido del Ayuntamiento, 4 millones de pesetas para la obra. Para disipar esas sospechas basta con que el hermano de Diego Cañamero enseñe las facturas de los materiales que compró en el Rastrojillo, si no lo hace siempre quedará la sospecha de que los materiales se compraron con cargo al PER. La casa se hizo con muy buena calidad y acabados de lujo, como todos los vecinos saben. 

​Las obras de la casa de Francisco Cañamero fueron supervisadas, en horas de trabajo, por los técnicos del Ayuntamiento. 

​El hermano de Diego Cañamero, está disfrutando de un gran privilegio, porque hay varias familias, viviendo en las casas rajadas que no han tenido tanta suerte. Por ejemplo, otro matrimonio en condiciones similares, A. G. Z. y N. C. R. también vivían en una casa rajada y compraron su solar por 11.693.84 €. Pagaron 6.010,12€ al contado y aplazaron 5.683’72€ en pagos mensuales de 60.12€ que terminarán de pagar en abril de 2011. Esta compraventa, sí se hizo legalmente y pasó por la Junta de Gobierno del 06.05.03, como debió pasar el solar de Francisco Cañamero. 
La Junta de Gobierno estuvo formada por El Alcalde, que era Núñez y Diego Cañamero Valle, M.R.S., S.R.G. y D. F.C. 
El dilema moral de la actual Corporación, es que si recupera la propiedad que es del Ayuntamiento, esa familia se verá en la calle y con todos sus ahorros invertidos en una propiedad que nunca podrá ser suya legalmente. 

​ 
José Manuel Cañamero Valle y su esposa. 

​Esta familia recibió de Diego Cañamero una casa de protección oficial, en la calle Utopía, 8, del grupo de las 32 viviendas, que la hizo la Junta de Andalucía, la casa la pusieron a nombre de la esposa, Francisca García Bueno. 
​Además de esta vivienda, Núñez y Diego Cañamero les concedieron un solar de VPO en la calle Violeta, 7, frente al quiosco del Titi. Este solar de cien metros cuadrados les costó sólo 3.606’07€, lo pagaron el 06 de octubre de dos mil tres y lo pusieron a nombre de la esposa y del hijo del matrimonio. 

​Por tanto este hermano de Cañamero ha conseguido dos inmuebles de V.P.O. en El Coronil. 

​La casa se la dieron cuando su hermano Diego Cañamero era Alcalde y el solar cuando Diego era Teniente Alcalde, aunque hicieron el pago del solar en el mandato de Núñez 
​La casa la disfrutan de balde y el solar lo compraron a bajo precio. 
​ 
​José Manuel Cañamero se ha quedado también como único socio de la finca del Bosque, mientras muchas familias de El Coronil no tienen ni casa, ni solar, ni finca, claro que tampoco son hermanos de Diego Cañamero. 
​ 
​Recordemos que Diego Cañamero fue Alcalde hasta el 21 de octubre de 2001 y luego se quedó como Teniente de Alcalde, hasta finalizar la legislatura en junio de 2003, Núñez entró de Alcalde en octubre de 2001 y estuvo hasta junio de 2007. 
​ 
Veamos las circunstancias curiosas que se dieron para que el hermano de Cañamero recibiera dos inmuebles de protección oficial. 
​ 
​La casa de la calle Utopía, 8, que cambió su nombre el 25 de marzo de dos mil dos y pasa a llamarse Carlos Cano, se la dieron cuando Diego Cañamero era Alcalde. El Pleno presidido por su hermano Diego, se celebró el día 31 de mayo de dos mil uno. 

​La casa la pusieron a nombre de la esposa, Francisca García Bueno, para que no aparecieran los apellidos de Diego Cañamero Valle. 

​La adjudicación de la vivienda de calle Utopía, se hizo de forma fraudulenta porque no cumplían los requisitos ya que disfrutaban de una vivienda en la finca del Bosque y siguen teniendo allí su residencia, por lo que la casa de El Coronil es una segunda vivienda que está vacía desde que se la dieron hasta el día de hoy, mientras muchas familias necesitadas no tienen donde vivir. 
​ 
​Además hubo una falsificación en el empadronamiento de la familia. Estaban empadronados en el Bosque cuando le dieron la casa. Diego Cañamero desde el Ayuntamiento de El Coronil, mandó que llamaran al Ayuntamiento del Bosque diciendo que había un error en el padrón y que su hermano José Manuel y su esposa llevaban un año empadronados en El Coronil pero que no se habían acordado de tramitar el Alta al Bosque. Hicieron esto para poder regalarle una de las casas. 

​En ese mismo Pleno del 31 de mayo, Diego Cañamero concedió 32 Viviendas que había hecho la Junta de Andalucía, SIN QUE SE PUBLICARA EL BAREMO APLICADO ni la PUNTUACIÓN que sacó cada familia y que se establece el anexo II del Decreto 413/90 de 236.12, sobre adjudicación de las viviendas de promoción pública. 

​Con fecha 05 de junio de dos mil uno, se expone al público la lista de beneficiarios y como las casas se habían adjudicado a dedo, se presentan 7 reclamaciones. Estas 7 reclamaciones obligaron a que Diego Cañamero hiciera otro Pleno, el día 11 de julio. 

​El pleno extraordinario de fecha 11.07.01, atiende el recurso de reposición en el punto 1º la Propuesta de Alcaldía que hace Diego Cañamero y dice, que El Pleno de fecha 31.05.01 (dos días después de empadronarse la cuñada Francisca García Bueno), acordó aprobar inicialmente la relación nominal de adjudicatarios de 32 VPO en régimen de alquiler del plan parcial IV SIN QUE SE PUBLICARA EL BAREMO APLICADO ni la PUNTUACIÓN que establece el anexo II del Decreto 413/90 de 236.12. sobre adjudicación de las viviendas de promoción pública. Por eso al hacer la lista definitiva se publican las puntuaciones. 

​Como la adjudicación de las casas se hizo ilegalmente, no tenían ningún documento de la Junta de Andalucía, por eso Cañamero y Núñez, el día 16 de noviembre de dos mil uno, convocaron una asamblea y convencieron a la gente para que ocuparan las viviendas de forma ilegal, ya que no podían conseguir el permiso de la Junta de Andalucía, ni tenían contrato ni documentación alguna. 

​Como no tenían permiso les dieron el agua y la luz de los contadores públicos, (igual que luego hizo Núñez cuando impulsó a la gente a ocupar la urbanización de Los Molinos). 

​Al hermano de Diego Cañamero, no le podían dar la casa por varias razones: 

​Una, porque Diego no quería que aparecieran sus apellidos, por eso se hizo el montaje de poner la casa y el solar a nombre de la cuñada. Otra porque su hermano ni su cuñada cumplían los requisitos de emigrante ni de residencia. El Decreto dice que como emigrado debía tener al menos 5 años de emigración y normalmente residir habitualmente en la zona o barrio donde se adjudica la vivienda. Y además debía carecer de vivienda como inquilino o usufructuario, cosa que no ocurría porque vivía en la finca del Bosque y todo el mundo lo sabía. 

​Otra razón más, la adjudicación de la vivienda de calle Utopía se hizo de forma fraudulenta porque la cuñada de Cañamero no cumplía los requisitos, ya que los peticionarios debían llevar al menos 6 meses empadronada en el Coronil y esta señora se empadronó el 29.05.01, dos días antes del Pleno. 
​ 
​En el recurso del día 23 de octubre de 2.001, se dice que la adjudicataria nº 13 Francisca García bueno, se da de alta en el padrón municipal de El Coronil el 29.05.01 contraviniendo las bases de estar empadronado 6 meses antes de la fecha e solicitud. Por eso, el padrón lo cambiaron, a instancias del Ayuntamiento del Coronil con carácter retroactivo. 
​ 
​Otro fraude: la adjudicación del solar de VPO en la calle Violeta, 7, frente al quiosco del Titi. 
​Fue también ilegal, porque ya tenía una vivienda también de protección oficial. Este solar también lo pusieron a nombre de Francisca y del hijo para que no aparecieran los apellidos de Cañamero Valle. 
​ 
​El solar de cien metros cuadrados les costó sólo 3.606’07€, lo pagaron el 06.10.03. 

​Evidentemente Diego Cañamero y Núñez no debieron venderle un solar de VPO a quien ya tenía una casa de protección oficial. 

​Algunos datos sobre la finca del Bosque: 

​Al principio esta finca era una cooperativa de jornaleros que se fundó con subvenciones públicas de España y de Europa. Pretendía ser un modelo de producción ecológica agrícola y ganadera. 

​La finca se puso en producción, en gran parte, con el trabajo voluntario de muchos afiliados del Sindicato de Obreros del Campo que trabajaban gratis en la construcción de los edificios, la recolección de la aceituna y en otras faenas agrícolas o ganaderas. 
​Al cabo de unos años esta cooperativa es exclusiva de un único socio: el hermano de Diego Cañamero y su familia. 

​La finca está formada por distintas parcelas y tiene la siguiente superficie: 

Polígono 4 parcela 6, 11011A004000060000IX ​ 683M2 
Polígono 4 parcela 8, 11011A00400080000IJ ​ 599.000M2 
Polígono 4 parcela 14, 11011A004000140000IJ​ 94.800m2 

​ 
​Nunca se sabrá con exactitud el dinero del Ayuntamiento de El Coronil que ha ido a parar a aquella finca, pero sí se saben algunas cosas y muchas más que se irán conociendo con el paso del tiempo, a medida que los implicados vayan contando las cosas. O vayan apareciendo documentos. 

​Materiales: 
​Se sabe que fueron para allá muchos camiones de materiales de construcción que llegaban a la CODECO, pagados por el Ayuntamiento, y luego se llevaban allí, por ejemplo los camiones de cemento, los accesorios de seis cuartos de baño completos, muchas herramientas mecánicas del Ayuntamiento, etc. 

​Las vallas provisionales de la estación depuradora de la vereda Las Mantecas, se las llevaron allí. 

​Las vallas que se quitaron en la piscina (camión y medio) se las llevaron allí también estando J.G.R de Concejal. 

​Los materiales para construir las viviendas de turismo rural que se hicieron sobre el año 98 y la mano de obra, también se pagaron con dinero del Ayuntamiento. 

​La taladradora de tractor, para poner postes, se compró en un curso (escuela Taller Municipal), se la llevaron allí y luego la devolvieron, pero la llevaron de nuevo y ya no volvió más, esto ocurrió estando P. Các. de Concejal, en el año 87 y siguientes. 

​De la CODECO se perdieron también una hormigonera de gasolina, un rulo de compactar mecánico, cuatrocientos puntales que se compraron para hacer las casas de las Malvinas, las herramientas de la Escuela Taller, etc. 

​En junio de 2007, cuando entra la nueva corporación, en la CODECO no quedaba ninguna herramienta, se habían llevado todo lo que pudieron que fuera de utilidad. 

​También salió del Ayuntamiento de El Coronil para aquella finca, mobiliario urbano que se compraba para el pueblo, bancos, papeleras, vallados y pérgolas. Dicen algunos que cuando estás en la finca parece que estás en El Coronil, porque el mobiliario urbano es el mismo. 

​Mano de obra municipal y escuelas taller: 
​En la finca del Bosque también trabajaron muchas personas que cobraban del Ayuntamiento de El Coronil. 

​Las escuelas taller del Ayuntamiento de El Coronil se las llevaban para trabajar allí, en jardinería, carpintería, etc. La Escuela taller de carpintería, estuvo allí 2 meses, algo parecido ocurrió con la escuela de jardinería. 
​ 
​La gente de los cursos también iban allí a trabajar, EL SOC solicitó unos cursos para desempleados y la gente de los cursos fueron llevados a trabajar gratis en la finca del Bosque. Estuvieron a punto de perder la subvención porque aquello no era legal. 

​La fontanería de las edificaciones de la finca, para turismo rural también se hizo con cargo al Ayuntamiento, allí trabajó el fontanero municipal instalando varios cuartos de baño completos y el sistema de calefacción, todos los gastos los pagaba el Ayuntamiento. 

​Camino de acceso a la finca: 
​Diego Cañamero Valle encargó el proyecto del camino, al arquitecto municipal F.G.V. que lo hizo en horas de trabajo. 

​El asfaltado del camino lo hizo la empresa Bernal de Utrera. 

​En la finca del Bosque se invirtieron también: 
​Muchos millones procedentes de subvenciones públicas, es difícil saber cuánto dinero público se gastó allí pero la Junta de Andalucía y Mancomunidad deberían averiguarlo y recuperarlo, porque aquel dinero se dio para una cooperativa, no para la familia de Diego Cañamero. 

​Los datos sobre las subvenciones invertidas en El Bosque, los tiene Gobernación, Medio ambiente, Turismo rural, Agricultura y fondos europeos. 

​La Cooperativa Tierra y Libertad del Bosque, ha sido otro gran engaño y una traición de Diego Cañamero Valle a todos los jornaleros de El Coronil y a todas las personas que ayudaron en aquel proyecto tan bonito y que se ha quedado en una finca privada para su hermano José Manuel Cañamero Valle, ya ni siquiera aparece como cooperativa del SOC en la página Web del Sindicato. 

Mercedes Cañamero Valle: 
​También vive en una casa que se ha hecho con dinero público, en la Calle Amapola, 4, en la Plaza Melena del Sur. 

​Esta casa también se la debe a su hermano Diego Cañamero Valle. Esto no tendría más importancia, al fin y al cabo todas las personas necesitadas tienen derecho a una vivienda de protección oficial. La cosa no tendría más importancia si no fuera por lo siguiente: 

​Merchi habló con su hermano Diego para que, con el dinero del Ayuntamiento de El Coronil, le hicieran un cuarto de baño en la planta baja de su casa. Al parecer su hijo se había roto una pierna. 

​Acordaron que el Ayuntamiento se gastaría en la obra, unas cien mil pesetas en hacerle el cuarto de baño. 

​Pero aprovechando que estaban los albañiles y los materiales eran gratis, se hizo en el patio 1 habitación y un aseo y encima, una azotea; además se abrió una puerta desde la planta alta a la azotea nueva, también se hizo el alicatado del patio, etc. las obras se hicieron durante los meses de julio y agosto de 2003, el albañil era del PER y los materiales se compraron en el polvero con cargo al Ayuntamiento. 


​Aquello era un pozo sin fondo y las obras no acababan nunca. Al final y a las malas, acabaron las obras cuando ya se habían gastado cerca de millón y medio de pesetas. 

Irene Cañamero Valle, también tienen una casa hecha con dinero público, (VPO) de autoconstrucción en la calle Miguel Hernández, 5, por detrás de la casa de su hermano Diego Cañamero Valle. 

Diego Cañamero Valle. También tiene una casa hecha con dinero público, en la calle Carlos Cano, 4. 
​Según los datos que tenemos, no la ha pagado todavía, ni piensa pagarla, con lo cual se ha quedado con el dinero que ha invertido allí la Junta de Andalucía. Diego debería dar ejemplo y devolverle ese dinero a la Junta porque con ese dinero se podría ayudar a construir otra vivienda para que pueda beneficiarse otra familia sin casa, como él se ha estado beneficiando. 


​Diego Cañamero, ha utilizado las Escuelas taller que venían para pueblo para hacer obras y reformas en la finca de El Bosque y también con el taller de empleo que venía para El Coronil ha hecho obras en la casa del representante del partido comunista de Cuba Adolfo Rojas, que vivía en Alcalá de Guadaíra, cosa que ha reconocido en varios plenos y en Asambleas. 

​Diego Cañamero y su gente, dejaron el Ayuntamiento de El Coronil en la ruina económica y además, esquilmado. Cuando tomamos posesión del Ayuntamiento en el pleno de constitución del día 16 de junio de 2007, en los almacenes municipales había desaparecido todas las herramientas de mano, incluida alguna hormigonera y todos los materiales de construcción que había allí. 

​En la CODECO habían desaparecido los 400 puntales que había comprado el Ayuntamiento para hacer las viviendas de las Malvinas, lo único que quedaba eran 100puntales alquilados en Zabala (Utrera). 

​En las oficinas de los concejales de I.U. del Ayuntamiento se habían llevado las mesas buenas, las sillas, los ordenadores, la impresora, se habían llevado hasta los cuadros. Algunos de estos muebles y maquinaria están en la sede de Izquierda Unida, dicen que eran suyos. 

​Estando Cañamero como Alcalde, se hizo la promoción de las 18 viviendas con PER que empezaron en el 90 y acabaron en el 92-93, siempre se facturaban 20 viviendas en cada proyecto. Se ignora dónde iba el dinero de las dos que faltaban. 

​En esa época, se hizo alguna factura con cargo al PER de estructura metálica para casa, pero las 18 viviendas eran todas de hormigón. Esa estructura metálica se ignora para quién era. Si era para la finca del Bosque o para dónde era. 

​Luego hubo otra promoción de 32 viviendas, aunque siempre se facturaba en los proyectos como si hubiera 33. Igual que en el caso anterior, se ignora dónde iba a parar el dinero de la vivienda que falta. 

​Centro Obrero del SOC, Coronil: 
​Es un edificio moderno con las mejores equipaciones imaginables y dotado de mobiliario de primera categoría. Se hizo cuando Cañamero gobernaba el Ayuntamiento. No hay dudas de que buena parte del mobiliario y de la construcción ha salido del Ayuntamiento de El Coronil en la época en que han estado gobernando. Estamos convencidos que las facturas de los equipos de aire acondicionado, equipos audiovisuales, pantalla gigante de TV, y el mobiliario, se pagaron con cargo al Ayuntamiento de el Coronil, porque han aparecido facturas sospechosas por otros conceptos absurdos . 

​Los Viajes a Cuba en los últimos años. 
​Se pagaron con dinero del Ayuntamiento y viajaron allí todos los dirigentes y familiares cercanos del SOC, vacaciones a gastos pagados, incluido diego Cañamero según facturas que hay en el Ayuntamiento. 
​¿Desde que salieron del Ayuntamiento de El Coronil, cuántos viajes a Cuba han hecho?. 

​Centro Obrero de Molares: 
​Se puede decir que el Centro Obrero de los Molares “Diego Cañamero” se ha hecho en gran parte con la ayuda del Ayuntamiento de El Coronil cuando gobernaban nuestro Ayuntamiento Diego Cañamero y Núñez. 
​Veamos detalles: 
​El proyecto técnico del edificio se le hizo en las oficinas técnicas del Ayuntamiento de El Coronil, en parte lo hizo el arquitecto Manolo B. y fue supervisado y elaborado con personal y medios municipales. Los planos del edificio, que está situado entre las calles Duque de Alcalá y Santa Ana, constan en las oficinas del Ayuntamiento de El Coronil. 

​La maquinaria municipal de obras de El Coronil se utilizó en la construcción de aquel edificio. 
​ 
​Se desconocen todas las Ayudas en materiales que pudo darle el Ayuntamiento de El Coronil, pero debieron ser muchas las facturas que les pagamos para que, en agradecimiento, le pusieran el nombre de Diego Cañamero a aquel edificio de Los Molares. 

​Por aquella época coincidió que la obra de la calle Nueva no se acabó y faltaron doscientos cincuenta mil Euros. ¿Se gastó parte del dinero de la calle Nueva en el Centro Obrero de Molares?. No sabemos, pero lo cierto es que la calle no se acabó. 
​ 
Cuando Diego Cañamero era Alcalde, tuvo varios problemas con los trabajadores: 
Diego Cañamero cuando era Alcalde demostró la clase de sindicalista que es con tres trabajadores. 
​Antonio Gallardo Pérez y Salvador Martín Nogales, ambos aprobaron las oposiciones para Policía Local de El Coronil en 1995, pero Diego cañamero no los dejó que tomaran posesión de la plaza, hasta que lo obligaron los tribunales. 
Gallardo, aprobó las oposiciones para la Policía Local, por ley, debía hacer 9 meses de prácticas durante ese tiempo debía cobrar el sueldo. Pero Cañamero no quería que en el Coronil hubiera Policías, ni Guardias Civiles; él decía que la policía debía ser el pueblo (o sea, él y sus seguidores). 
Gallardo entró en la Academia y estuvo tres meses sin cobrar nada, puso denuncia y Cañamero se vio obligado a pagarle el 80% del sueldo base a partir de entonces. 
Gallardo no se atrevió a denunciar a Cañamero, porque Cañamero era el Alcalde y luego tenía que trabajar a sus órdenes, le dio miedo denunciarlo porque conocía la forma de actuar de Diego Cañamero contra la gente que se pone en su contra, como bien saben muchos agricultores de este pueblo y muchas personas que no se someten a su dictadura. Por eso, en cuanto pudo se marchó a trabajar a Montellano igual que su compañero Salvador. 
Posteriormente, Gallardo reclamó a Núñez, el 23.12.06 el reconocimiento y abono de conceptos salariales no percibidos desde diciembre de 2005 a mayo de 2006. Efectivamente, ganó el juicio y El Ayuntamiento le debe pagar 1.433’16€. 
Una vez más, los trabajadores tienen que reclamar, por el juzgado, a un Sindicalista y líder de Izquierda Unida Sr. Cañamero. 
Otra ilegalidad contra un trabajador de la Policía Local, cometida por Diego Cañamero cuando era Alcalde y luego por Núñez. 

El caso del trabajador Salvador Martín Nogales. 
​Cuando Diego entra de Alcalde, en 1995 Salvador aprobó la plaza de jefe de la policía Local de El Coronil. Cañamero hizo con él lo mismo que hizo con el otro funcionario que había aprobado, no lo dejó que tomara posesión de la plaza. 
​Salvador tuvo que acudir a los tribunales y mientras tanto estuvo sin trabajar casi cinco años, mientras se dictaba sentencia. Afortunadamente para él y para su familia, estaba trabajando de militar en la base de Morón y ganaba un sueldo para su casa. 
​Salvador estuvo desde 1995 a enero del año dos mil sin que Diego Cañamero lo dejara trabajar en El Ayuntamiento de El Coronil. 
​Salvador denunció a Cañamero ante los Tribunales y la sentencia fue que Cañamero (nosotros) debía pagarle la cantidad de dinero que había dejado de ganar durante esos cinco años. 
​Eran aproximadamente 22 millones de pesetas, cuatro millones y medio de pesetas al año. Diego Cañamero lo readmitió antes de que saliera la sentencia, le reconocieron los trienios y lo compensaron en el sueldo para callarle la boca. 
​Salvador tuvo que conformarse con aquello, porque igual que Gallardo, sabía que si no tragaba esas condiciones Cañamero le haría la vida imposible a él y posiblemente a su familia. 
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​Diego Cañamero no escarmentó y siguió comportándose como un dictador con los trabajadores que no tenían su ideología. 
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​El 01 de octubre de 1.999 despidió, ilegalmente, de su puesto de trabajo, a la policía Local, María Caballero Ros. 
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​El Sindicalista “ejemplar” volvió a comportarse con una trabajadora como si fuera un mal empresario de la derecha más rancia. 
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​La trabajadora denunció su despido ante los tribunales de justicia y el sindicalista ejemplar, Diego Cañamero, fue sentenciado por un Juez a pagar 44.138’43 € (7.344.017Ptas.), más de siete millones de pesetas como indemnización, que tuvo que pagarle desde octubre del 99 a julio de 2001, por despido improcedente. 

Desglose del dinero pagado a la trabajadora, despedida por Diego Cañamero en contra de los derechos de los trabajadores: 
Salario ​28.871’50€ 
Intereses​ 2.881’66€ 
Seguros sociales ​12.385’27€ 
Total ​44.138’43€ (más de siete millones de pesetas) 
Este dinero salió de las arcas municipales el 29.05.02 

La gestión de Cañamero, a cargo de la Policía Local, le pudo costar al pueblo: 
179.394’19€ (casi treinta millones de pesetas). 
(Desglose: 132.226’66€ de Nogales, más 44.138’43€ de Ros, más 3.029’10€ de Gallardo). 

Ese dinero lo pagaríamos entre todos los coronileños, él no pagó nada, porque Diego Cañamero no paga impuestos, él sólo ponen la mano para que el estado y los demás le hayamos pagado su casa, los colegios para sus hijos, la asistencia sanitaria y los subsidios que recibe.